Caso ERE, seísmo en el PSOE-A

L a situación interna del PSOE-A es volcánica desde finales de 2009, cuando se enconaron las diferencias entre Griñán y Chaves, que acabaron en un Congreso extraordinario en el que el ahora presidente andaluz se hizo también con el timón del partido. Hay momentos en los que las placas tectónicas están bajo control y otros en los que las fricciones provocan erupciones de lava. La calma nunca llega a existir. El caso de los ERE ha provocado movimientos sísmicos de calado. Griñán pasó de estar fuera del «aparato» a ser el líder de la federación más importante de España. Y eso, se ha notado. Las fallas vuelven a chocar con la declaración ayer de la consejera de Hacienda. Carmen Martínez Aguayo señaló directamente a los ex consejeros de Empleo Antonio Fernández y José Antonio Viera como responsables políticos del caso. Esta responsabilidad es obvia, porque los dos firmaron el convenio madre de las irregularidades posteriores: el de julio de 2001. La novedad es que hasta ahora nunca habían sido apuntadas por dirigentes de la Junta. Salta otra vez la lava. Porque no hay que olvidar que Viera –que no está imputado en la causa– es diputado en el Congreso, ex secretario general del PSOE de Sevilla y activo «rubalcabista», como demostró en el Congreso Federal hispalense que se saldó con una clara fractura del partido. Las casualidades no suelen existir en política. Difícilmente Aguayo dice lo que dijo ayer en un programa de tertulia si no cuenta con el aval del presidente de la Junta. El PSOE-A se apresuró a desmarcarse. Después de cada seísmo, siempre ha habido réplicas. Es cuestión de esperar.