Ciudadanos olvida la dimisión de Chaves y apoya la investidura de Díaz

Susana Díaz será investida presidenta de la Junta de Andalucía mañana gracias al «sí» de Ciudadanos, 80 días después de los comicios autonómicos. La socialista, después de tres negativas de los grupos de la oposición en el Parlamento andaluz, ha conseguido amarrar el apoyo del partido de Albert Rivera de cara a su investidura, cerrando así una operación que le beneficia en términos políticos. Por un lado, puede seguir defendiendo un mensaje moderado, basado en la centralidad y lejos de opciones radicales. También mantiene las distancias con el discurso del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que en los últimos días ha defendido alianzas entre su formación y Podemos, partido con el que ayer Díaz marcó todavía más su diferencias. Los tiempos, igualmente, juegan a su favor, puesto que el Pleno de investidura se ha convocado para mañana a las 18:00 horas, un día antes de la visita del Rey Felipe VI a Sevilla y en los prolegómenos de la jornada de constitución de los ayuntamientos, fijada para el sábado.

Le sale bien la jugada a Díaz y Ciudadanos es el que asume los «riesgos», tal y como aseguró ayer el líder de la formación naranja en Andalucía, Juan Marín, tras reunirse con la socialista, que también recibió a los líderes regionales de Podemos, Teresa Rodríguez, y de IU, Antonio Maíllo. Ciudadanos da este paso sin incluir en los tres documentos suscritos por ambas formaciones, con medidas sobre regeneración democrática y lucha contra la corrupción, ninguna referencia a la situación del ex presidente Chaves, cuya renuncia al acta de diputado había sido el principal escollo. De hecho, el propio Rivera aseguró el pasado 22 de mayo en una entrevista en Onda Cero que no firmaría nada con los socialistas hasta que Chaves no entregara el acta. «Si Chaves no deja el acta, nosotros consideramos que el pacto anticorrupción no se cumple», aseguró entonces.

Previamente, Díaz y la secretaria general de Podemos en Andalucía protagonizaron un agrio cruce de acusaciones. La representante del partido morado fue la primera que acudió a la ronda de contactos y, tras la cita, reconoció sentirse «estupefacta» porque «han dado un portazo a las negociaciones». «Hoy he tenido que escuchar que nuestras posiciones son dogmáticas», lamentó, al tiempo que aseguró que «Díaz nos ha dicho abiertamente que no le gustan nuestras propuestas». «Es como si a mitad de partido te dicen que ya no seguimos jugando», criticó, además de acusar a la presidenta en funciones de «falta de sinceridad».