Sevilla

Con la mirada puesta en el cielo

La ocupación hotelera superará el 70% en una Semana Santa marcada por la lluvia

Hermandad del Cristo de la Corona de Sevilla, que recorrió los alrededores de la Catedral rodeada de numeroso público
Hermandad del Cristo de la Corona de Sevilla, que recorrió los alrededores de la Catedral rodeada de numeroso públicolarazon

A pesar de los malos augurios meteorológicos, las previsiones turísticas de cara a la Semana Santa son más que optimistas. Según aseguró ayer el consejero del ramo, Francisco Javier Fernández, la ocupación media hotelera superará el 70 por ciento a partir del Domingo de Ramos.

A pesar de los malos augurios meteorológicos, las previsiones turísticas de cara a la Semana Santa son más que optimistas. Según aseguró ayer el consejero del ramo, Francisco Javier Fernández, la ocupación media hotelera superará el 70 por ciento a partir del Domingo de Ramos, alcanzando el 83,5 por ciento los días principales. Las provincias de Sevilla y Málaga rozarán el 90 por ciento desde el Jueves Santo, cuando más afluencia de visitantes se registra en la Semana Mayor. No obstante, las reservas de última hora marcarán la pauta y, precisamente, éstas son las que más dependen de la bonanza o no del tiempo, que este año parece que no será favorable para las hermandades.

Según detalló Fernández, está previsto que lleguen a la región un total de 1.750 vuelos, lo que significa que «miles de turistas, sobre todo internacionales, se sumarán a los nacionales, que ya conocen y valoran la oferta de nuestra Semana Santa». En cualquier caso, el consejero insistió en que «habrá una buena ocupación, en consonancia con los buenos meses de enero y febrero». «Todos los territorios van a estar más o menos parejos y también los segmentos, tanto clásicos como el de sol y playa como el de interior y cultural», subrayó.

A los turistas les interesa el tiempo, pero también a los cofrades que llevan todo el año preparando las procesiones que ya ayer recorrieron las ciudades y pueblos de la comunidad autónoma, el preludio de los días grandes que se vivirán desde mañana. La inestabilidad se instalará durante los primeros días de la Semana Santa. Una borrasca atlántica avanzará por la península, con una primera banda frontal que atravesará Andalucía de oeste a este desde hoy, con precipitaciones generalizadas desde la mañana. Ésta es la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que vaticina lluvias, más o menos persistentes, hasta nada más y nada menos que el Martes Santo. Tres días de intensa actividad cofrade que dependen del tiempo. Ya a partir del Jueves y Viernes Santo disminuirá la inestabilidad, aunque sin descartarse las precipitaciones en ninguna zona. En relación a las temperaturas, las máximas serán más bajas, no superándose los 20 grados, mientras que las mínimas quedarán entre los 5 y 10 grados.

Precisamente, dados estos pronósticos, mucha gente salió a la calle ayer para vivir intensamente la jornada del Viernes de Dolores, con multitud de preparativos y procesiones. En Sevilla salieron las primeras cofradías desde los barrios de Pino Montano, Bellavista, Triana, Heliópolis y el Polígono Sur. Los nazarenos se dejaron ver en los puntos más alejados del centro. Mientras, en la carrera oficial, los operarios daban los últimos retoques a las estructuras metálicas y colocaban las sillas que, a partir de mañana, se llenarán de público para contemplar los desfiles procesionales.

En Córdoba, el epicentro devocional se situó en una de las plazas más señeras de su vasto patrimonio, la de Capuchinos, un lugar que estuvo plagado de feligreses que se acercaron a rendirle tributo y mostrar su devoción a la Virgen de los Dolores.

«Córdoba no se entiende sin haber vivido un Viernes de Dolores, sin los patios o las cruces de mayo», aseguró a Efe el hermano mayor de la hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Sangre, Carlos Olivares, quien reconoció que su corporación vive con «intensidad» este día, «un preámbulo de lo que va a ser la próxima Semana Santa».

A pocos metros se sitúa la iglesia hospital de San Jacinto, donde se venera a la Virgen de los Dolores, y también el convento de Capuchinos, donde los fieles asistieron al besamanos de la Virgen de la Paz. Además, de la emblemática plaza sale en Via Crucis Nuestro Padre Jesús de la Sangre.