Sanidad

Cuidado con los resbalones

El personal sanitario del Plan Romero constata un repunte de los traumatismos duranteal camino por el mal estado de los senderos, además del doble de casos de resfriados

Varios operarios recogen agua con un camión cisterna en los alrededores de la ermita del Rocío
Varios operarios recogen agua con un camión cisterna en los alrededores de la ermita del Rocíolarazon

La intensa lluvia que ha caído en los últimos días no sólo ha transformado la estética de las hermandades que han peregrinado al Rocío –plásticos cubriendo las carretas de los simpecados, impermeables, paraguas y botas de agua–, sino que ha modificado hábitos y, también, las incidencias que habitualmente se registran en la romería. Los intermitentes aguaceros, el viento y el frío han hecho mella en los rocieros, poco acostumbrados a este tiempo invernal. Según asegura a LA RAZÓN Juan Chaves, director del 061 en Huelva y responsable del dispositivo sanitario del Plan Romero, los efectivos desplegados en los caminos y en la aldea han constatado un repunte de los traumatismos, concretamente en las extremidades. De hecho, han supuesto casi el 18 por ciento de las asistencias. La causa es el mal estado de los senderos y del firme de la aldea, que ha provocado numerosas caídas: andando, desde los caballos y también desde carretas y otros vehículos de tracción mecánica. Las consecuencias han sido roturas de huesos, esguinces y contusiones. La segunda dolencia más común que han presentado los romeros ha sido la gastroenteritis y otras patologías del aparato digestivo, en torno al 14 por ciento del total. También como consecuencia de la humedad y las bajas temperaturas se han originado el doble de resfriados, procesos gripales y enfermedades vinculadas a la garganta, casi un 11 por ciento.

Por contra, a diferencia de otras ediciones secas y con sol, apenas se han producido reacciones dermatológicas, tan sólo un tercio de las habituales. «Las comitivas han ido avanzando a un ritmo muy rápido, no han sesteado e incluso han acortado las pernoctas, por lo que poca gente ha dormido al raso», sostiene Chaves, quien apunta que apenas se han registrado lipotimias porque «la temperatura ha rondado los 18 y 20 grados y los peregrinos no han tenido una sobreexposición al sol».

Chaves aconseja a los últimos romeros que están en camino –y que hoy se dirigirán directamente a la presentación ante la Blanca Paloma– que extremen la precaución a caballo y en los vehículos de tracción mecánica, «sobre todo si el terreno está enfangado». No obstante, puntualiza que los efectivos del Plan Romero están redirigiendo las caravanas hacia las carreteras y los caminos que están en mejores condiciones.

El operativo sanitario del Rocío está integrado por más de 200 profesionales, la mayoría de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES), aunque también cuenta con personal del Servicio Andaluz de Salud (SAS). En los caminos se han desplegado puntos periféricos fijos y móviles que «se han ido cambiando en función de las necesidades, por lo que se ha hecho un seguimiento continuado de la situación», apunta Chaves, atendiendo a los itinerarios alternativos que se iban estableciendo. Por ejemplo, en el camino de Sevilla se habilitó un punto fijo en Villamanrique de las Condesa y, al cerrarse al tránsito el Vado del Quema y la Raya Real, se instaló otro centro asistencial en el denominado «Pino de los mil duros», coincidiendo con el paso de las hermandades por la carretera de la Fresa. En Huelva, se mantuvo el de Las Tres Rayas-La Matilla, donde pernoctaron las hermandades más nutridas –Huelva y Emigrantes– y se enviaron equipos de soporte a los caminos de Los Llanos y Los Tarajales, este último recuperado este año. En Cádiz, se instalaron sendos puntos en los palacios de las Marismillas y de Doñana.

Ya en la aldea, el personal y los medios se concentran en el centro asistencial central, una especie de hospital con tres consultas de medicina general, una de pediatría, una de traumatología, una sala de curas y otra de yesos, además de una sala de observación con siete camas monitorizadas. También está operativa una unidad radiológica portátil. «Este recurso es muy importante porque así facilitamos la asistencia a los peregrinos en la aldea, sin necesidad de que sean trasladados a los hospitales de Huelva o Sevilla». Tan sólo el año pasado el dispositivo atendió 2.114 casos durante toda la romería.