Bruselas

Cursos de empleo de 2011 aún sin hacer, «ralentizados» para la Junta

Educación, que tiene ahora las competencias, admite que están pendientes de ejecución pero argumenta que no «paralizados»

El sector ha constituido una plataforma reivindicativa ante los retrasos de la Administración andaluza
El sector ha constituido una plataforma reivindicativa ante los retrasos de la Administración andaluzalarazon

SEVILLA- La Junta de Andalucía aún no ha puesto en marcha los cursos para el fomento del empleo correspondientes a la convocatoria de 2011 –la de 2012 ha estado «prácticamente anulada», denuncian– . Una circunstancia que ha sido ampliamente contestada por el sector, que ha visto cómo se paralizaban completamente las actividades formativas, con el consiguiente perjuicio para los trabajadores y para los desempleados.

Lo llamativo del caso es la interpretación que hace la Consejería de Educación de esta situación. La diputada de IU Marina Segura preguntó vía parlamentaria al departamento que dirige Mar Moreno sobre los talleres de empleo al acumular varios meses de retraso. La respuesta de la consejera, publicada ayer en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía (BOPA) es la que sigue: «Le informo que la convocatoria de los programas de escuelas taller, casas de oficio, talleres de empleo y unidades de promoción y desarrollo, correspondiente al año de 2011, se encuentra pendiente de ejecución, al haberse producido determidados sucesos en la gestión que han ralentizado su curso». El texto no aclara en ningún momento los «determinados sucesos» a los que hace referencia. Y prosigue: «Sin embargo, no se encuentran paralizados y, por parte de esta Consejería, se están dando todos los pasos necesarios para recuperar el ritmo normal de ejecución a la mayor brevedad».

Estos «pasos necesarios» a los que alude Moreno no se perciben desde el sector. Los afectados ya protagonizaron una gran manifestación en febrero para reclamar el inicio de los proyectos formativos aprobados en el presupuesto de la Junta desde 2011. De hecho, constituyeron una federación para trata de presionar al bipartito. Entre otros aspectos, recordaron que parte de los fondos vienen de Bruselas y alertaron de que el freno a más de 400 proyectos de formación –con un presupuesto aprobado por el Parlamento superior a los 200 millones de euros– afecta a más de 10.000 alumnos trabajadores y a aproximadamente 1.500 profesionales desempleados.

Buena parte de culpa de este escenario la tienen las discrepancias internas en el seno de la Junta. La Consejería de Educación asumió el 1 de enero de este año las competencias sobre la formación profesional ocupacional que antes residían en la Consejería de Empleo por decisión del actual presidente de la Junta de Andalucía al inicio de la legislatura. El traspaso no ha sido fácil. De hecho, pese a que estaba previsto que entrara en vigor el 31 de enero, no fue hasta abril cuando el Consejo de Gobierno aprobó el decreto-ley que hacía efectivo el nuevo marco de distribución de tareas. Junto con la coordinación y gestión de la oferta formativa anual para personas ocupadas y demandantes de empleo, las competencias traspasadas a Educación incluyen la formación a lo largo de la vida y los programas en alternancia como las escuelas taller, las casas de oficio y los talleres de empleo, así como la programación de los centros de formación profesional para el empleo, tanto propios como consorciados, y la gestión de las acreditaciones de competencias adquiridas por la experiencia laboral y por vías no formales.

Sin embargo, la gestión de la Consejería de Educación debe atender a las orientaciones que seguirá marcando el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) en relación con las demandas reales del mercado de trabajo en cada territorio. Empleo además se ha quedado con los trabajadores que estaban adscritos a la antigua Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) –alrededor de 1.500, contratados sin oposición–, que antes ejercían parte de estas funciones y que ahora son mero «soporte administrativo» del SAE.

Con una tasa de paro del 35,79 por ciento, la consejera de Educación habla ahora de «ralentización» y que espera recuperar el «ritmo normal».