De la Torre proyecta Málaga hacia 2020

El regidor malagueño compareció ayer en formato desayuno informativo en el Nueva Economía Fórum. A tenor del vigor exhibido, venía con el café tomado de casa. Elías Bendodo, su introductor, se encargó en una hagiográfica presentación de recordar que el alcalde nadaba 1.000 metros diarios.

Con el auditorio completado con las «fuerzas vivas» de la ciudad, De la Torre engarzó un discurso tecnocrático con cifras, datos de crecimiento y obligaciones de regeneración en la eficacia. Ajeno al vaivén sobre la polémica del candidato del PP a las próximas elecciones andaluzas, sobre este asunto apenas dijo: «A mí me parece que es compatible ser candidato y alcalde, 'jolín', e incluso una ventaja para los habitantes de la ciudad que se gobierna. Siempre que el matiz regional aflore y se visualice con el local. Zoido es el presidente del partido y es a él a quien le corresponde la decisión». Todo su discurso estuvo centrado en un análisis económico y de futuro, despegando en el planeta para acabar aterrizando en la realidad de Málaga.

De la Torre confirmó que el eje económico ha virado a Asia, donde se concentra la producción industrial, el crecimiento y un nuevo modelo convivencial. En una Europa desplazada, descabalgada de su monopolio económico de siglos, el alcalde situó a Andalucía, obligada a mejorar las tasas de eficacia administrativa y a la recuperación de la competitividad frente a sus propias carencias. En este punto esgrimió las tasas de fracaso escolar propias (37%) frente a la medida europea (16%), para conectarlo con la obligación del conocimiento y la innovación en un universo dinámico y cambiante. Resaltó la potencia de la Universidad de Málaga como vivero de conocimiento y de conexión a la realidad económica y, a su vez, lo enchufó con el Parque Tecnológico de Andalucía para el que prevé un importante crecimiento en los próximos años con empresas de distinto tamaño, pero que tendrán que ser animadas con crédito innovador, como el capital riesgo. De la Torre, quien mencionó el tamaño cada vez mayor de las grandes ciudades (más de 10 millones de habitantes), defendió las urbes de tamaño medio, siempre que encuentren un equilibro con los servicios de calidad que deben de prestar al ciudadano.

El alcalde tiene en mente su ciudad en 2020. Las infraestructuras y el Gobierno «abierto» son claves para los próximos años. Y por supuesto, el turismo: el objetivo es pasar de los 3-4 millones de visitantes actuales a los 6 en ese horizonte.