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Detenido en Málaga el jefe de un peligroso clan de la camorra napolitana
El capo "Spalluzzella"se asentó en la Costa del Sol huyendo de la justicia italiana y ha aguantado dos años tomando fuertes medidas de seguridad, como salir de casa poco y siempre desde el garaje. Temía tanto por el arresto como por su extradición, ya que sus sucesores podrían querer acabar con él.
Lucio Morrone, de 53 años, era hasta su detención el pasado día 10 el jefe del clan camorrístico de la Teste Matte (Cabezas Locas), asentado en el peligroso barrio español de Nápoles y dedicado al tráfico de drogas y la extorsión, entre otras actividades ilícitas.
Heredó el puesto de Paolo Pesce, quien también fue detenido por la Guardia Civil en la costa de Málaga en 2008, según ha informado hoy la Guardia Civil.
Ambos capos eligieron la Costa del Sol porque es un lugar propicio para su negocio del tráfico de drogas y porque en este lugar pasan desapercibidos entre otros italianos y turistas, ha explicado a Efe un mando del Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que ha propiciado el arrestado junto al Equipo Contra el Crimen Organizado.
"Spalluzzella"vivió en Nápoles con su familia hasta el 2010, cuando vio que se acumulaban sentencias en su contra y podía ser detenido y huyó.
Las autoridades italianas avisaron a las españolas a principios del 2013 de que podría estar en la Costa del Sol y comenzó su búsqueda.
Uno de los mandos del Equipo de Huidos que ha conseguido su detención ha relatado a Efe cómo ha sido la larga y ardua búsqueda del capo, que vivía prácticamente recluido en una vivienda de Benalmádena de la que salía solo para comprar y hacer alguna gestión, pero siempre desde el garaje, donde le recogía un coche que luego le devolvía al mismo lugar.
Vivía de alquiler y a su nombre no figuraban ni alquileres, ni pisos ni coches. Estaba solo y hablaba poco con su familia italiana, sin dar nunca ninguna pista sobre su paradero.
Utilizaba documentación italiana con una identidad falsa, ya que según el mando de la Guardia Civil es menos complicado falsificar estos papeles que documentos españoles.
La Guardia Civil le buscó pero en los primeros meses no tuvo resultados, dadas las extremas medidas de seguridad que tomaba el capo, que según supieron después no había acudido a varias reuniones con gente del clan que se había desplazado a Málaga por miedo a que le estuvieran siguiendo.
Por eso los investigadores españoles pidieron a los Carabinieri algunos datos sobre la familia de Lucio Morrone y, tirando de ese hilo, supieron que podía tratarse de un hombre afincado en Benalmádena con una vida "bastante discreta, en la que no le faltaba de nada pero no tenía lujos", según el mando.
Uno de los lugares en los que buscaron los investigadores fue en locales de ocio a los que acudían napolitanos a ver a su equipo de fútbol, ya que los integrantes del clan de los Cabezas Locas, como otros surgidos en los años 90, suelen ser hincas radicales.
Finalmente, tras dos años de investigación, la Guardia Civil confirmó que el hombre del que más sospechaban era el capo que buscaban y le arrestaron.
En ese momento expresó su miedo a ser extraditado a Italia, ya que a pesar de haber seguido dirigiendo el clan, las personas que había dejado al mando en Nápoles podrían querer acabar con él, según relata el mando de la Guardia Civil, que subraya que en estos grupos suele haber guerras y traiciones internas.
Fue puesto a disposición judicial de la Audiencia Nacional, que ha decretado su ingreso en prisión provisional hasta que se determine su entrega a las autoridades italianas.
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