Granada

El alcalde de Otura se niega a dimitir pese a quedarse solo

La Razón
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Condenado por prevaricación, ya no es militante del PP.

El alcalde del municipio granadino de Otura, el popular Pedro Cabanillas, no había dimitido aún de su cargo al cierre de esta edición, pese a que así lo anunció su partido el pasado sábado, después de que fuera condenado a ocho años de inhabilitación por un delito de prevaricación urbanística. Y ello, pese a que se mantiene solo en el Gobierno, después de que los seis ediles con los que formaba Ejecutivo sí hayan renunciado a sus responsabilidades en el día de ayer.

Según informaron fuentes populares, Cabanillas, quien ya ha sido suspendido de militancia, según confirmó el secretario general del PP de Granada, Santiago Pérez, ha desoído las órdenes de la dirección, que le comunicó la imposibilidad de mantenerse en el cargo tras su condena por los tribunales a ocho años de inhabilitación, tal y como establecen los estatutos del partido.

Los seis ediles con los que formaba gobierno, en cambio, cinco de ellos con áreas de gestión asignadas y un sexto sin atribuciones, sí formalizaron ayer ante la Secretaría del Ayuntamiento sus renuncias en bloque, con lo que Cabanillas quedará solo al frente del Consistorio de la localidad granadina, aunque tendrá que pasar al grupo de no adscritos.

En ese mismo grupo se encuentra su antecesor en el cargo, Ignacio Fernández-Sanz, también condenado por el juzgado de lo Penal número 1 de Granada al igual que Cabanillas y dos ex ediles de la corporación, por la compra por parte del equipo de gobierno de un solar a 300.000 euros para ampliar el Ayuntamiento del municipio. Una iniciativa que se llevó a cabo, pese a los informes técnicos desfavorables, y una tasación municipal muy por debajo de esa cantidad.

Fernández-Sanz dimitió de su cargo como alcalde en octubre de 2012 después de cruzarse varias denuncias con su equipo de gobierno, aunque alegó motivos de salud. Es más, terminó abandonando las filas del PP y pasándose luego a la formación de «Populares en Libertad», cuya Presidencia provincial también dejó por razones personales.

La sucesión de hechos ha provocado que el Consistorio granadino se encuentre ahora en una situación de vacío de poder tras su segundo escándalo urbanístico en menos de dos años y con, al menos otra causa abierta, contra sus dos últimos regidores municipales. En el mismo mandato, dos alcaldes consecutivos han dimitido, abandonado el PP y mantenido su acta de edil.