«El Cenachero», icono malagueño, cumple medio siglo de vida

La escultura de «El cenachero», que se convirtió en símbolo de Málaga y de la que se hicieron innumerables reproducciones durante el auge turístico experimentado por la provincia, cumplirá el próximo enero medio siglo de existencia desde su creación por Jaime Pimentel. «El cenachero» es una escultura de 2,10 metros que representa a uno de los personajes más populares de Málaga, el típico marengo o pescador malagueño que porta dos cenachos –espuertas hondas y flexibles que sirven para llevar víveres– de pescado.

La historia de este icono empezó a principios de los sesenta, cuando el entonces alcalde de Málaga, Francisco García Grana, se interesó por Pimentel, un joven escultor malagueño que trabajaba en Oslo.

Le encargó que hiciese una pequeña talla a modo de regalo protocolario para las visitas importantes que empezaba a recibir la ciudad con motivo del turismo.

De los bocetos que ejecutó el artista, el que más gustó fue un cenachero de apenas treinta centímetros, aunque le pidieron que fuese más joven y con el sombrero más hacia atrás, y tras las modificaciones, agradó tanto que las autoridades quisieron que lo reprodujera a tamaño natural para colocarlo en la plaza de la Marina. pimentel se acordó en ese momento de Diego, el cenachero de calle Carretería, al que nunca vio, pero al que imaginó siempre con un carisma impresionante, por «su vozarrón y las risas que originaba entre las mujeres del servicio que bajaban a comprar el pescado», y realizó» una «reproducción virtual» de él. Desde entonces se ha convertido en un icono de la Costa del Sol y ha sido reproducido en diversos municipios de la zona como símbolo de la cultura autóctona de la provincia.