El dragado vuelve a encallar

El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, insiste en la necesidad de que se den los condicionantes incluidos en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para autorizar el dragado del Guadalquivir que promueve la Autoridad Portuaria de Sevilla. «No quiero pasar a la historia como el ministro que acabó con el cultivo del arroz en el Guadalquivir y salinizó las marismas de Doñana», aseguró.

La primera de las medidas correctoras que debe cumplirse es evitar la salinidad mediante la modernización del regadío del arroz. Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir confirman que el anteproyecto ya se encuentra en el Ministerio. Así, sobre la acreditación de la desalinización de los cultivos, «algo que nunca se ha abordado», Arias Cañete expone que el Gobierno ya trabaja para la toma de agua, en la DIA de la zona de infraestructuras. De forma paralela, la CHG se encuentra trabajando para buscar la financiación, estimada en unos 180 millones. El objetivo es que al menos una parte pueda encuadrarse dentro de la convocatoria de fondos europeos 2014-2020.

Existe un segundo proyecto necesario, basado también, en las conclusiones de la comisión científica, en el cual el Puerto debe presentar un boceto completo con todas las medidas técnicas necesarias para proteger las márgenes fluviales de Doñana, que además debe recabar el visto bueno de la Junta, sobre todo en relación al oleaje que generan los grandes trasatlánticos.

El presidente del Puerto de Sevilla, Manuel Fernández, ya trabaja en este proyecto, manteniendo su intención de licitar las obras antes de que finalice 2013 para no perder los fondos europeos. «Cuando haya garantías», no habrá limitación alguna al proyecto, pero «todos saben qué tienen que hacer, y el Gobierno lo está haciendo», sentenció Arias Cañete.