Sevilla

El efecto dominó del contrabando

Kurt Kratena, Milagros Dones, Rocío Ingelmo y Juan Moreno, ayer en Sevilla en la presentación del estudio
Kurt Kratena, Milagros Dones, Rocío Ingelmo y Juan Moreno, ayer en Sevilla en la presentación del estudiolarazon

Un estudio revela que si no existiera la venta ilegal de tabaco habría 5.028 empleos más

Como toda actividad ilícita, el contrabando de tabaco no sólo afecta de manera negativa a la propia industria y a los canales de distribución y venta de este producto, sino que tiene consecuencias perversas en otros sectores productivos. La agricultura, la construcción, el transporte, la sanidad o la educación son ámbitos que, de alguna u otra forma, también padecen los efectos de esta práctica. Ésta es una de las conclusiones sobre las que gira el estudio «Estimación de las implicaciones económicas generadas por la venta ilícita de tabaco en 2015 en la comunidad autónoma de Andalucía y en el conjunto del territorio español», realizado por la Fundación Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Loyola Andalucía, con el apoyo del Center of Economic Scenario Analysis and Research y la colaboración de Altadis.

Según el estudio, el tabaco de contrabando no paga impuestos y no genera estado de bienestar a la sociedad, además de no crear empleo formal. Precisamente, si las ventas se integraran en el circuito oficial se elevaría el gasto público, puesto que «habría un aumento de la recaudación directa, vía IVA e impuestos especiales de la industria del tabaco, al que se le añade la recaudación por IRPF y cotizaciones de todas las actividades implicadas en el proceso productivo completo».

La repercusión en el empleo arroja cifras significativas. Según el informe, si no existiera la venta ilegal se hubieran creado 5.028 puestos de trabajo en Andalucía. De éstos, el 2,2 por ciento correspondería al sector del tabaco y 4.915 puestos se habrían creado en otras actividades que interactúan con este sector. No obstante, la responsable del estudio, la profesora Milagros Dones, puntualizó que el ahorro que supone esta práctica para las familias «se dedica a otros gastos de ocio y llega a la economía por otros canales, pero es un efecto menor».

El estudio, igualmente, cifra el impacto negativo del contrabando el año pasado en la región en 780,3 millones de euros, de los cuales 379,6 correspondieron a la recaudación fiscal. En definitiva, estas cifras revelan una pérdida del 28,3 por ciento de la recaudación total en la comunidad autónoma. En cuanto al valor de las ventas ilícitas en 2015, supusieron un 36,5 por ciento del cómputo global, seis puntos por debajo del porcentaje alcanzado en 2014. La concienciación ciudadana, junto a la labor que realizan los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y la Agencia Tributaria para combatir esta práctica está dando resultados. De hecho, las pérdidas en el año 2014 fueron de 994,7 millones de euros, por lo que el impacto negativo se redujo un 21,6 por ciento.

Para la directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis, Rocío Ingelmo, el contrabando supone una pérdida «enorme» en la recaudación de impuestos, ya que el 80 por ciento del precio final se basa en estas tasas. Junto a ello, enumeró otros efectos, como la posibilidad de que accedan al consumo menores de 18 años y que se alimenten las mafias organizadas. «Hablamos de pérdidas económicas, pero también del empobrecimiento de una región como ésta», puntualizó.

Altadis está impulsando una serie de acciones encaminadas a combatir esta práctica, como campañas de concienciación social, una web y una aplicación móvil informativas y un buzón de denuncias de puntos de venta ilícitos, que recibe un centenar de quejas al mes. Ingelmo, además, subrayó que para el sector han sido positivos estos tres últimos años de estabilidad fiscal, «puesto que no se han incrementado los impuestos y el precio se ha mantenido, lo que ha ayudado a normalizar las ventas y a erradicar el atractivo del contrabando». ¿Qué más se puede hacer? Ingelmo apuesta por «apelar a la responsabilidad de los fabricantes». Es decir, que se venda en función de la demanda real.

Por su parte, el presidente de la asociación de consumidores UCA-UCE, Juan Moreno, lamentó la «permisibilidad social» en torno a este asunto en la comunidad autónoma y alertó de la «falta de trazabilidad» del tabaco ilegal y «la completa ausencia de controles sanitarios». En definitiva, «no se está haciendo todo lo debido».

El comercio ilícito,a debate

El próximo jueves, Altadis celebrará en el Palacio de congresos y exposiciones de Sevilla (Fibes) la segunda edición del congreso «No contrabando», en el que se darán cita autoridades y miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de la judicatura, para debatir sobre esta práctica. En 2016 el evento centrará su atención en el contrabando de hoja de tabaco, que en el último año ha experimentado un notable aumento, y en la importancia de la trazabilidad.