Administración Pública

El «éxito» de la formación para parados oculta los abandonos

La Junta «vende» en sus informes una incorporación laboral media del 40% de los desempleados que recibieron cursos, excluyendo para el cálculo a quienes no los acabaron.

El consejero de Empleo, Empresa y Comercio, José Sánchez Maldonado.
El consejero de Empleo, Empresa y Comercio, José Sánchez Maldonado.larazon

La Junta «vende» en sus informes una incorporación laboral media del 40% de los desempleados que recibieron cursos, excluyendo para el cálculo a quienes no los acabaron.

Cuatro de cada diez alumnos que haga un curso de formación profesional para el empleo de la Junta conseguirá un trabajo. Ésa es la lectura que ofrecen los sucesivos informes de la Junta sobre el «éxito» de sus políticas activas. Una verdad a medias porque de esos resultados se han «borrado» a todos aquellos desempleados que iniciaron la formación pero por diversas causas decidieron abandonarla. La Consejería de Empleo, Empresa y Comercio ha rechazado aportar el dato exacto de cuántas personas fueron «borradas» de las estadísticas, elevando así artificialmente la tasa de inserción laboral. Los sucesivos informes del Observatorio Argos, el último relativo a 2014 publicado en septiembre –dependiente del Servicio Andaluz de Empleo (SAE)– sobre la «situación laboral del alumnado que ha realizado cursos de formación profesional para el empleo» se limitan a contabilizar a los alumnos «calificados positivamente», pese a que las subvenciones tenían en cuenta el número de alumnos total.

Entre los años 2011 y 2014 se impartieron 17.798 acciones formativas, en las que participaron más de 300.000 personas, según las estadísticas oficiales de la Consejería. De los sucesivos balances, la Junta habría excluido a 90.000 alumnos, de los que se niega a aclarar cuántos recibieron cursos con garantía de contratación –también excluidos del balance posterior– y cuántos se sumarían al «fracaso» por el abandono de una formación pagada con dinero público. Además, 20.400 ocupados y formadores se beneficiaron de las citadas iniciativas en el mismo período, aunque en su caso no tenían como objetivo la inserción laboral, por lo que está justificado su exclusión.

El análisis anual se centra en la evolución de los alumnos desempleados en los seis meses posteriores a la conclusión de cada curso. En 2014 se alcanzó el indicador máximo de inserción, con un 45% de desempleados incorporados al mercado laboral; en 2013, la tasa se situó en el 41%; un año antes se registró la más baja, con un 36,9% de inserción laboral; mientras que en 2011 fue de un 39%.

En cifras, del total de 11.979 personas que accedieron a uno de estos cursos y fueron evaluadas positivamente en 2014, 5.430 consiguieron salir del paro en los seis meses posteriores, formalizando un contrato o cotizando a la Seguridad Social. Un año antes, fueron 6.887 desempleados los que encontraron trabajo, del total de 16.824 que finalizaron la formación. En 2012 se beneficiaron 52.489 personas, de las que 19.414 lograron algún tipo de inserción en el mercado de trabajo. Para 2011, el ejercicio con más alumnado, las estadísticas recogen que 30.677 andaluces se incorporaron laboralmente. En total, 78.072 finalizaron con éxito los cursos en los que participaron. Por último, en 2010, 56.729 demandantes de empleo que se acogieron a algún curso y 25.389 encontraron alguna salida laboral.

Las ramas profesionales en las que se ofertaron cursos son muy variadas: desde servicios socioculturales y a la comunidad a administración y gestión, sanidad o informática y comunicaciones. En el último año impartido, las especialidades más demandadas fueron inglés para atención al público, técnico en software ofimático, celador, atención a domicilio y de enfermos de Alzheimer y personas dependientes.

Las convocatorias se paralizaron en 2012 a raíz del escándalo por el supuesto mal uso de fondos públicos que todavía investiga la Justicia. En la comisión de investigación del Parlamento sobre las posibles irregularidades en los cursos de formación, ya se puso de manifiesto la escasa validez de unos informes que se limitan a establecer una tasa de inserción laboral sesgada. No detalla tampoco la naturaleza de los contratos derivados de los cursos, ni su duración en tiempo y jornada laboral o si la opción fue el autoempleo.

Hay que recordar que la Junta ha activado las convocatorias de cursos de formación, pero en el mejor de los casos las concesiones no se producirán hasta mediados del próximo año.