Ginebra

El líder del SAT provoca una queja del Gobierno a la ONU

El secretario general del SAT, Óscar Reina, en la imagen cuando se fue de la ONU, finalmente no pudo verse con Anna Gabriel por “incompatibilidad de agendas”
El secretario general del SAT, Óscar Reina, en la imagen cuando se fue de la ONU, finalmente no pudo verse con Anna Gabriel por “incompatibilidad de agendas”larazon

El objetivo era trasladar a Naciones Unidas (ONU) la situación que atraviesan los «derechos humanos y laborales» en el Estado español. Una radiografía con parada en Andalucía. Pero las esquirlas de la queja se han volteado en su contra. El secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Óscar Reina, acudió en Ginebra (Suiza) a una sesión de evaluación del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la mencionada organización y acabó marchándose para asombro de los presentes.

La secuencia se produjo en el turno de palabra de los representantes de la delegación del Ejecutivo español, durante el cual el resto de asistentes sólo podían escuchar sin intervenir. Reina se levantó del asiento que ocupaba y manifestando su «respeto» para los relatores, acusó al Gobierno central ante los expertos de «mentir» y sostuvo que no aguantaba más a las órdenes de «ladrones» y de «corruptos» ni de sus «cómplices», según confirmó ayer el propio líder del SAT a LA RAZÓN.

El episodio ha provocado que el Ejecutivo haya presentado ante la ONU «una queja diplomática formal», según se le ha comunicado a la Red Nacional de Derechos Humanos, la organización no gubernamental que invitó a Reina a presentar un informe en el comité. De hecho, él sí pudo exponer datos sobre el desempleo, la precariedad laboral o la sanidad y realizar afirmaciones como que «el Gobierno de Rajoy y el sistema judicial emplean la persecución y la represión de los activistas de los derechos». Es más, acabó pidiéndole protección a la ONU, ya que su participación en la reunión representaba un «riesgo» para su «integridad física» en el retorno a España, donde ya se encuentra. E insistió. Trasladó a este periódico que «temió por su seguridad» tanto a la ida como a la vuelta a Suiza y al ser preguntado por el motivo de su miedo, recordó que se ya hace «seis años» que se declaró «insumiso judicial» y se encuentra en «busca y captura».

Al margen de su cita con el comité, el sindicalista pretendía aprovechar su estancia en Suiza para «verse» con la dirigente de la CUP y ex diputada catalana Anna Gabriel, aunque también en ese caso, los planes se vieron alterados. Ambos mantuvieron «un par» de conversaciones telefónicas, pero la «incompatibilidad de agendas» frustró un encuentro que se ha pospuesto a «finales de abril o principios de mayo».