El PP-A engrasa ya la maquinaria electoral

Apoyo del Gobierno y de la cúpula nacional del partido a Juanma Moreno. Redoblan las críticas a Susana Díaz por su candidatura para liderar el PSOE

El PP andaluz arrancó ayer en Málaga su XV Congreso Regional que lleva por lema «Creemos en Andalucía». Un cónclave que deja poco espacio a la incertidumbre. Juanma Moreno es el único candidato, ya ha recibido el 98 por ciento de apoyo de los 14.000 afiliados que por primera vez han podido votar no sólo a los compromisarios, el informe de gestión de su Ejecutiva obtuvo un respaldo por unanimidad, y el partido ha decidido no abrir prematuramente el melón de las incompatibilidades que, según los estatutos nacionales, y según recoge también la ponencia política de este XV Congreso, afectaría –excepción mediante– a los presidentes provinciales de Córdoba, Jaén y Cádiz. Esa lid queda pendiente para los congresos provinciales que se celebrarán antes del verano y en los que se prevé algo de más voltaje.

Las incertidumbres que recorren los pasillos del Palacio de Ferias y Congresos de Málaga son otras. Y no están precisamente relacionadas con el posible éxito de las cintas en español que se estrenan en un Festival de Cine que convive estos días con el cónclave popular y que ha dejado tiritando la oferta hotelera. La incertidumbre mira al éxito o fracaso de la aventura nacional que emprenderá la presidenta de la Junta de manera definitiva el próximo fin de semana. Hay cábalas e incluso apuestas. Y ayer una ráfaga de críticas para Díaz por esta aventura nacional. Sin embargo, lo que se palpa es un cierto optimismo de que puede emerger en el horizonte una coyuntura de cambio como la que tuvo el Partido Popular en marzo de 2012 y que en aquella ocasión quedó en una mayoría insuficiente. La coyuntura la vislumbran más pronto que tarde si –aquí radica la segunda incertidumbre– Mariano Rajoy se ve obligado a convocar unas elecciones anticipadas debido a que la oposición se erige en el verdadero gobierno. Justo lo que le ocurrió a Chaves en el 94 cuando desde la bancada de la oposición le remendaron de arriba abajo el presupuesto. Y al final tuvo que anticipar la llamada a urnas. El rechazo del Decreto-Ley de la estiba ha sido un toque serio. Y se habla mucho en el Congreso del PP-A de este primer aviso.

Conscientes del momento, y con Susana Díaz como candidata «in pectore», el Gobierno y el partido a nivel nacional se ha volcado en el XV Congreso de los populares para evitar el eclipse de la presidenta andaluza. El mensaje que quieren transmitir desde el PP es que hay equipo de gobierno y están preparados para coger el tren. Ayer intervinieron la ministra de Empleo y presidenta del Congreso, Fátima Báñez, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Hoy la voz más destacada es la de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y mañana cerrará Rajoy, que ya le dio su respaldo a Juanma Moreno en la Convención de enero celebrada en Granada con el eslogan de «Andalucía on».

Báñez fue la primera en tomar el atril. Citó a Picasso –«todo lo que puede ser imaginado, es real»– para avisar de la «Andalucía del conformismo» del Partido Socialista. «Venimos a este congreso a iniciar el gobierno de nuestra tierra y a encontrar aliados en la sociedad civil». Frente al discurso del maltrato económico que ha reforzado la Junta por la aplicación de la ley de financiación o la ley de la Dependencia, Báñez recordó que el Ejecutivo central ha invertido en la comunidad «112.200 millones de euros» entre 2012 y 2016. «Andalucía tiene que recuperar el tiempo perdido».

INVECTIVA CINEMATOGRÁFICA

«Cuando uno dice que se va es que ya se ha ido», deslizó por su parte el presidente del PP malagueño dirigiendo una invectiva cinematográfica a Susana Díaz. Elías Bendodo parafraseó varios títulos tras ensalzar la importancia del Festival de Cine malagueño. «Los andaluces no quieren ver a una Andalucía al borde de un ataque de nervios, a una presidenta al borde de un ataque de nervios con las maletas en la puerta para irse». «Que abran los ojos en Ferraz porque un monstruo viene a verlos», abundó. «Esta vez ganar en Andalucía va a ser gobernar». En la misma línea se pronunció la secretaria general del PP-A, Loles López, en una exposición del informe de gestión más técnica y profusa que en cónclaves anteriores: «Tres años más tarde somos mucho más gobierno que oposición». «Muchos esperan que gobernemos porque ganar ya hemos ganado», adujo. «Es necesaria una alternancia que oxigene Andalucía». «Para nosotros Andalucía no es un trampolín con un billete de AVE camino a Madrid».

El ministro de Cultura le pidió a Juanma Moreno que lleve la comunidad a la «cabeza de España» como próximo presidente andaluz. «Lo más importante de este Congreso, y por eso no quería perdérmelo, es que de aquí va a salir el próximo presidente de la Junta de Andalucía», dijo por su parte el presidente de la Xunta de Galicia, que puso como ejemplo a su comunidad por estar a la cabeza en gasto por habitante en sanidad y educación, frente a Andalucía que pese a estar a la cola en inversión tiene «el doble» de deuda que Galicia. Núñez Feijóo, como todos los que tomaron ayer la palabra, fijó sus críticas en las aspiraciones nacionales de Susana Díaz. «Noto y siento que aunque quede mucho que hacer, hay muchas personas que aspiran a nada más y nada menos que gobernar en esta tierra. Porque para gobernar esta tierra hace falta tener la cabeza aquí y no en Madrid, en los ocho millones y medio de andaluces». «Juanma Moreno –abundó– tiene un proyecto, y cree en Andalucía, aunque podría estar en otro sitio más confortable». «Andalucía –dijo redoblando la andanada a Díaz– no es un trampolín para llegar a otra parte. Para un político andaluz debe ser su primera causa».

Feijóo pisó terreno comprometido con el debate abierto sobre el impuesto de sucesiones y donaciones. La Junta ha pedido formalmente al Ministerio de Hacienda la devolución de las competencias al Gobierno central a cambio de una compensación en el modelo de financiación autonómica. «Sería bueno que lo gestionara el Gobierno porque lo que haría es suprimirlo». «Lo que no queremos los gallegos es tener que pagar el impuesto de sucesiones que pagan los andaluces».

Juanma Moreno afronta el Congreso en una situación que en nada se parece a la del primer fin de semana de marzo de 2014, cuando tomó el testigo de Juan Ignacio Zoido después de 20 meses de interinidad en los que la formación bogó en más de un momento a la deriva. Las encuestas sonríen al PP, que se aferra a una referencia: el resultado de las elecciones generales de junio que volvió a situar a este partido, después del «shock» de la victoria insuficiente de marzo de 2012, como el más votado en la región.