El PP plantea la hipótesis electoral para tensionar internamente el partido

El Partido Popular quiere trasladar tensión interna y externamente ante la posibilidad de un adelanto electoral en la comunidad autónoma. Las elecciones deben llevarse a cabo, si se cumple el calendario, en la primavera de 2019 –las últimas fueron el 22 de marzo de 2015–, pero la eventualidad de que se precipite el encuentro con las urnas crece por distintas circunstancias. Una de ellas es el fuerte ascenso de Ciudadanos. La formación de Albert Rivera ha conseguido proyectar una potente imagen nacional después del resultado histórico cosechado por Inés Arrimadas en Cataluña. Con todo, no todas las voces en el PP apuntan tan claramente a un adelanto porque hay motivos de peso para que Susana Díaz trate de apurar el 2018. Hay que tener en cuenta que la presidenta de la Junta tiene unas cuentas recién aprobadas que le proveen de la gasolina suficiente para llegar sin problemas a 2019. Además –y más importante– se trata de un presupuesto que en el propio Partido Popular califican de corte «netamente electoralista», por lo que Díaz tiene por delante unos meses en los que puede obtener un buen rendimiento si administra bien los tiempos. La Junta ha reservado para 2018 una de las mayores partidas de la legislatura –casi 200 millones de euros– para poner en marcha la renta mínima de inserción social que espera llegar a 120.000 personas que recibirán entre 419 y 779 euros mensuales. Por otra parte, Susana Díaz se ha apresurado a patrimonializar la oferta pública acordada por el Gobierno para dotar de mayor estabilidad a las plantillas de servicios públicos. En junio hay oposiciones a los cuerpos de Secundaria, Formación Profesional y Escuelas de Idiomas. Las primeras cifras abordadas por los sindicatos y la Consejería en la Mesa Sectorial apuntan a que se triplique la oferta respecto a la convocatoria de hace dos años.

El presidente del PP-A, Juanma Moreno, aseguró ayer durante su intervención en la Junta Directiva Regional que se celebró en Sevilla y en la que participó también la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que es «probable» que Susana Díaz adelante las elecciones y que se celebren en 2018. Por ello su formación va a preparar de manera conjunta tanto las municipales como las autonómicas. «No me fío de Susana Díaz viendo su recorrido histórico», deslizó en alusión al adelanto electoral en la última legislatura. La presidenta de la Junta cesó a los consejeros de IU, disolvió el Parlamento y llamó a urnas para que no le alcanzara el pico alto de la ola de Podemos y Ciudadanos que luego arrastró a Sánchez.

El fenómeno más complejo, y el menos previsible de todos, es el que afecta a la subida del partido de Albert Rivera en toda España. En el PP se están tentando la ropa después del gran estirón en Cataluña. No obstante, desde este partido también señalan que el crecimiento, especialmente en Andalucía, será en buena medida a costa del Partido Socialista. Ponen como ejemplo las provincias más pequeñas como Jaén o Huelva. En la primera el PSOE-A obtuvo 6 diputados en las últimas elecciones autonómicas y el PP, 4. Ciudadanos no sumó los apoyos suficientes. Si el partido de Juan Marín entra sería arañando primero el escaño del PSOE, que fue el último en obtenerlo. Algo parecido ocurre en Huelva, donde el PSOE tiene 6 diputados, el PP 3 y Podemos y Ciudadanos uno cada uno.

Las candidaturas municipales, en el primer trimestre

El Partido Popular tiene previsto cerrar las candidaturas para las elecciones municipales en el primer trimestre de este año. El Comité Electoral Autonómico aprobará entre enero y febrero los candidatos de municipios menores de 20.000 habitantes; en febrero se cerrarán los de más de 20.000 habitantes y en este trimestre se cerrarán los de las capitales de provincia. El problema que tiene la dirección regional es que no dispone de total autonomía para trazar el cronograma. Hay que tener en cuenta que la competencia sobre los candidatos a las capitales de provincia no dependen del PP-A, sino de Génova, que una vez más está dilatando los plazos más de lo recomendable. Los importantes frentes abiertos que tiene el PP –especialmente el caso catalán– están afectando a los tiempos previstos pese a que la dirección regional andaluza hubiera preferido mayor celeridad. Así lo están reclamando en los grupos municipales de varias capitales de provincia que siguen instalados en una situación de provisionalidad. El caso más significativo es Sevilla. Pero ocurre lo mismo en todas las capitales donde esta formación no gobierna: Córdoba, Huelva, Cádiz y Granada.