Política
El PP y Ciudadanos aceleran sus contactos ante la pasividad de la Junta
Juanma Moreno y Juan Marín, líderes de ambas formaciones en Andalucía, se reunieron ayer en el Parlamento para analizar los recortes en materia de sanidad y educación.
Juanma Moreno y Juan Marín, líderes de ambas formaciones en Andalucía, se reunieron ayer en el Parlamento para analizar los recortes en materia de sanidad y educación. Los dos partidos ya han cerrado otra cita para el próximo miércoles.
El acercamiento entre el Partido Popular y Ciudadanos en Andalucía es ya un hecho. En los próximos meses habrá que ver cómo fructifica la relación entre dos formaciones que en el último año han mantenido importantes discrepancias en su estrategia, con reproches cruzados dentro y fuera del Parlamento. El presidente del PP-A, Juanma Moreno, y el presidente del grupo parlamentario de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, se reunieron ayer en una sala de la Cámara autonómica durante 45 minutos justo al inicio del Pleno, el primero tras las vacaciones estivales. De momento, ya han cerrado una cita entre representantes de los dos partidos para el próximo miércoles, la primera de este tipo desde la irrupción de la formación naranja en la escena política.
El argumento oficial que justifica los contactos entre el PP y Ciudadanos es la oferta que hizo Moreno a Marín para tratar de alcanzar acuerdos e influir en la elaboración del Presupuesto de 2017 de la Junta. C’s, merced al pacto firmado con el PSOE, es el «interlocutor principal» con la Junta de Andalucía. Los populares quieren alcanzar consensos en materias concretas para defenderlos conjuntamente.
Esta vía de diálogo se abre justo en el momento en el que el PP y Ciudadanos han apoyado en el Congreso de los Diputados la fallida investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Los dos partidos exploran vías para desbloquear la conformación del Ejecutivo de la nación. En ese contexto se produjo la oferta de Moreno, que quería también analizar cómo podrían trasladarse algunas de esas medidas –un documento con 150 que ahora está oficialmente «decaído» a la espera de ver cómo pueden evitarse las terceras elecciones– a Andalucía.
Pero a la situación nacional se suma cierto distanciamiento o desencanto de Ciudadanos con la gestión de la Junta. El discurso de Juan Marín en los últimos meses se ha endurecido, por convencimiento o por oportunidad política. Su partido ha sido muy criticado por el resto de la oposición –el PP entre ellos–, por su «entreguismo» al PSOE. Ahora parece que está reculando. Ayer mismo, antes de reunirse con el líder del PP, advirtió de nuevo al Gobierno andaluz de que no negociará con el PSOE-A el Presupuesto autonómico del año que viene, hasta que la Consejera de Hacienda no informe sobre «el estado de ejecución de las propuestas que C’s incorporó a las cuentas de 2016».
Ciudadanos ya ha remitido una petición formal por escrito a la consejería que preside María Jesús Montero para que les presente un informe de liquidación sobre el estado de ejecución de sus enmiendas a las cuentas de 2016, que fueron nueve y por un valor de algo más de 700 millones de euros. Entre ellas, la contratación de 268 médicos y 360 profesores; la reducción de 2 puntos del tramo autonómico del IRPF; un plan especial para autónomos, pymes y emprendedores de 125 millones; el aumento en 25 millones de euros de la dotación presupuestaria de materia de dependencia; la reducción de entes instrumentales en su parte no social de la Junta de Andalucía, cuantificada en 27 millones, la recuperación del cien por cien de jornada y salario de los profesionales de salud; y otras enmiendas parciales destinadas al fomento de la investigación, universidades, creación de empleo y educación pública-concertada, valoradas en 17 millones.
Marín mostró su perfil más reivindicativo y aseguró que el acuerdo con el PSOE «no es un brindis al sol». A la espera de la respuesta de la Junta, no se mostró muy optimista: «El grado de cumplimiento estará en torno al 30-40 por ciento», dijo.
Junto a la situación nacional y la lentitud en el cumplimiento de los acuerdos firmados con el PSOE, hay un tercer factor que justifica el distanciamiento de Ciudadanos con la Junta: la conflictividad social. Los profesionales de la educación y de la sanidad llevan meses denunciando los recortes de la Junta , situación que se ha agravado durante este verano en los centros hospitalarios y en este inicio del curso escolar. No son los únicos. La patronal de obra pública y los colegios de ingenieros fueron el pasado martes muy críticos con el plan de inversiones de la Administración autonómica, al tiempo que reconocieron que no tenían interlocución con el partido de Marín.
Igualmente, Ciudadanos ha rectificado su postura inicial y ahora parece que retoma, con el resto de partidos políticos, la idea de impulsar una Ley de Atención Temprana, tras constatar los incumplimientos de la Consejería de Salud.
En cualquier caso, el PP y C’s solo suman 42 escaños de los 109 del Parlamento, por lo que el PSOE, con 47, seguiría siendo la fuerza mayoritaria y podría buscar apoyos en Podemos (15) e IU (5). Por tanto, las propuestas de ambas formaciones pueden ser perfectamente rechazadas por el bloque de izquierdas de la Cámara. Siempre, además, que los contactos lleguen a formalizarse, porque la desconfianza entre los dos partidos, que comparten espacios comunes, aún son grandes.
En un comunicado tras la reunión con Marín, el presidente del PP-A, Juanma Moreno, insistió en que la mesa de diálogo no se abre «contra nadie» y solo busca «el crecimiento y el progreso de la comunidad autónoma». Moreno encabezará la delegación de su partido del miércoles.
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