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El problema es Andalucía, no Merkel

La Razón
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No esconde el presidente de la Junta que tiene una alta preocupación por los asuntos europeos e internacionales. Es lógico, dada la globalización de la política y la repercusión de las medidas que se toman en Bruselas, Washington, Berlín, París o Fráncfort. Lo que no es tan lógico es que cuando toca hablar de Andalucía y centrarse en los problemas de la región, el único argumento sea poner el foco en la Unión Europea o en el Gobierno central. Es lo que ha hecho Griñán a lo largo de esta IX legislatura. Merkel, Hollande, Obama, Mario Draghi o Christine Lagarde han sido los inquilinos habituales en los discursos parlamentarios del presidente andaluz. El otro gran protagonista ha sido Mariano Rajoy, sobre el que la Junta ha levantado una contundente y áspera estrategia de la confrontación. Claro que los gobiernos y las regiones han perdido soberanía y están influidos por las decisiones europeas, pero el máximo responsable de la situación de Andalucía no es ni Merkel ni Rajoy. El máximo responsable es el PSOE, que lleva más de treinta años gestionando la comunidad, y José Antonio Griñán. Es la hora de mirar de reojo a Europa, pero teniendo los cinco sentidos en Andalucía. Ahora está ocurriendo lo contrario: Griñán parece tener los cinco sentidos en Europa y Estados Unidos, y sólo mira de reojo a la comunidad. Andalucía tiene un 35,42 por ciento de paro, el tejido productivo está en una situación agónica y ocupa puestos sonrojantes en competencias educativas. En esto debería volcar Griñán todas sus fuerzas y todo el empuje de sus discursos. Ni Obama ni Hollande –sus referencias internacionales– van a solventarle el futuro a los andaluces.