«Es una gran oportunidad acudir al Maestranza»

El Teatro de la Maestranza de Sevilla acoge mañana el «Concierto de Año Nuevo» que, por segundo año consecutivo, organizan LA RAZÓN y la Fundación Excelentia. El presidente de la entidad cultural, Javier Martí, comenta el repertorio que interpretará la Orquesta Sinfónica de España (OSE) y hace balance de los 15 años de intenso trabajo del colectivo.

–¿Qué supone para la Fundación Excelentia este concierto?

–Es una gran oportunidad acudir a Sevilla y a un gran teatro, como es el Maestranza, de la mano de LA RAZÓN, como ya hacemos en Madrid en el Teatro Real. Es un concierto que inauguramos el año pasado y fue todo un éxito. Entonces, se interpretó la novena sinfonía de Beethoven.

–El Teatro de la Maestranza, que acaba de cumplir 25 años, suele acoger grandes óperas y conciertos sinfónicos. ¿Qué le parece este auditorio?

–Es un sitio emblemático, no solamente en Sevilla sino a nivel nacional. Tiene muy buena acústica. Estamos encantados de hacer conciertos en este teatro.

–¿Cuándo se funda la Orquesta Sinfónica de España y cuál es su repertorio habitual?

–Es una marca de la Fundación Excelentia y se fundó en 2011. Abarca cualquier tipo de repertorio sinfónico, ya sean los grandes clásicos del periodo romántico hasta la música actual.

–La batuta la tendrá el director Kynan Johns.

–Es un director polifacético. Puede dirigir un gran repertorio. Lleva colaborando con nosotros desde al año 2009. Tiene mucha experiencia, ya que fue asistente de Lorin Maazen en el Palau de les Arts. Ahora radica en Nueva York. Es un gran maestro.

–El concierto se basará en valses y polkas de Strauss. ¿Es una música reconocible para el gran público?

–Son los famosos valses de toda la familia Strauss, desde el Vals del Emperador, Rosas del Sur o El Danubio Azul. También polkas como Annen Polka o Tic Tac Polka. Tampoco faltará la Marcha Radetzky, por supuesto. Todas son muy conocidas. Algunas no tanto, pero tienen un ritmo de tres por cuatro, así que van a ser muy amenas y divertidas. El público pasará un buen rato.

–¿Corren buenos tiempos para la música clásica?

–En realidad nunca son buenos tiempos para la música clásica, puesto que el público es escaso. Desde hace varios años, y por nuestra experiencia, ya que nos financiamos con capital privado, hay que ser muy creativos y mirar mucho los costes de cada producción. En definitiva, hay que fidelizar al público.

–La primera iniciativa de la fundación comenzó hace 15 años. ¿Qué balance hace de todo este tiempo?

–Los comienzos siempre son duros, ya que hay que darse a conocer y ganarse la confianza del público. Poco a poco hemos llegado a los 1.300 abonados, sobre todo en nuestra temporada en Madrid. A partir de 2012 comenzamos a hacer ciclos fuera de Madrid, como el de música barroca en Valencia o en Barcelona, que lo empezamos este año. También algún concierto en Sevilla y Valladolid. Estamos muy satisfechos con los resultados y, sobre todo, con toda esta crisis que hemos pasado. Todos sabemos que la cultura ha sido uno de los sectores que más se ha visto resentido.

–¿Cómo ha afectado la crisis a las actividades de la fundación?

–Empezamos nuestra andadura en la época más dura de la crisis y aún así nuestra actividad ha ido creciendo. Incluso en los peores tiempos, con gran creatividad, se pueden hacer grandes cosas.