Europa mira a Doñana para «echar una mano» en su conservación

Ecologistas e IU trasladan a una misión de eurodiputados sus argumentos contra el plan gasístico

Europa mira a Doñana. Una misión del Parlamento comunitario arrancó ayer una visita a ese espacio natural que hila la provincia de Huelva con la de Sevilla para testar su salud y convertir en datos propios los ecos que llegan a Bruselas sobre, entre otras cuestiones, el proyecto que la empresa Gas Natural pretende desplegar en su subsuelo. Los seis eurodiputados de la comisión de Peticiones (PETI) mantuvieron primero una reunión en Sevilla con representantes de WWF, Ecologistas en Acción, la Plataforma Salvemos Doñana y Asaja que les trasladaron su rechazo al mencionado plan gasístico. «Les dimos desde razones jurídicas», con la normativa europea en la mano, a otras de naturaleza ambiental, según explicó a LA RAZÓN el coordinador de la Oficina de WWF de Doñana, Juanjo Carmona. «En concreto desde mi organización les transmitimos que el proyecto de Gas Natural nos parece una barbaridad 'per se' y más aún que se pretenda llevar a cabo» en un enclave que es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y Reserva de la Biosfera. En su siembra de argumentos, las entidades conservacionistas expusieron a la comitiva europea que se trata de un plan «que se diseñó en época de bonanza, pero que ya no se ajusta a la realidad. El sistema gasístico español está sobredimensionado para las necesidades existentes. Es un proyecto meramente especulativo y no tiene ningún sentido almacenar gas bajo nuestros pies en ese lugar en el siglo XXI», sostuvo Carmona, quien sumó que no contribuirá además a que el coto supere uno de los mayores retos a los que tendrá que enfrentarse en el futuro: «El cambio climático». Más allá del gas, los ecologistas abordaron con los europarlamentarios temas ligados al agua: «Los crecimientos ilegales de regadíos, el que no se produzcan cierres cautelares de pozos y fincas irregulares o la situación del principal acuífero de Doñana». En relación a éste Carmona anotó un dato: «Si hubiera sido un embalse, en el año hidrológico 1994/1995 la imagen que hubiera estado en los informativos es la típica de la gran sequía que deja al descubierto el pueblo antes sumergido, con su torre, el puente y las casas... El hecho de que durante los 24 años siguientes, y pese a las lluvias, se siguiera viendo la iglesia hubiera encendido todas las alarmas, pero como es un acuífero y no se ve, pues no ha pasado nada». El portavoz de WWF en la zona se mostró «satisfecho con la visita» porque «Doñana no es exclusivamente local, es europea y universal», por lo que pidió a los diputados que «sigan actuando para ayudar a su conservación». De otro lado, el coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, organización promotora de la expedición, se mostró esperanzado en que el Parlamento Europeo se sume a las «voces contrarias» al proyecto de almacenamiento de gas. La comitiva paró además en la sede de la Consejería de Medio Ambiente para encontrase con miembros del Gobierno andaluz. Desde allí el presidente de la delegación, Pal Csaky, aseveró que su objetivo es «entender la situación y echar una mano» a Doñana.