Sevilla
EVA será española
Después de veinticinco años de cliente, de dos viajes semanales en el AVE divididos en trece años de trayectos con origen y vuelta a Madrid, y los siguientes doce cambiando el origen y la vuelta por Sevilla, llevo un año con otra vida más tranquila que ha dejado esta especie de adicción en límites casi cero. En 2017 fueron tres los viajes que realice a la capital de España y siempre por motivos lúdicos: amigos, teatros, exposiciones... Ayer, miércoles, escribía este artículo justo en este tren que significó hace más de un cuarto de siglo la imagen del cambio en el país. Leyendo la prensa del día, veo un gran y colorido anuncio a toda página del Gobierno de España (Ministerio de Fomento) con el lema: «Conectando con el futuro». Los titulares del anuncio nos informan: le damos la vuelta al AVE para darle la bienvenida a EVA. La alta velocidad para todos. Nuevo concepto de tren que amplía la familia de servicios de Alta Velocidad Renfe: más accesible, más barato, más conectado y adaptado a cada familia y viajero. Así termina la publicidad. Ya en lo informativo conozco que esta maravilla estará en servicio en el 2019. ¿Dónde empezará su andadura? Ni en Galicia, ni Cantabria, ni Extremadura –por descontado que no en Andalucía, que tiene que pagar por siglos el pecado de ser la precursora del AVE–. Ya saben, Madrid-Barcelona. Es una medida bíblica: el hijo pródigo. Ya saben, este muchacho que regresó a casa después de dejar a sus hermanos y padres trabajando a destajo para mantener su hacienda, mientras él vivía procesos que costaban alto precio y que tenían como fin quedarse con un buen trozo de la finca familiar. Pero el padre se llenó de gozo por su vuelta y lo colmó de regalos. En este caso, el regalo del EVA es a fondo perdido, que este hijo pródigo ni ha vuelto a casa, ni se le espera. Por cierto, también un guiño al feminismo imperante hasta en los raíles del AVE masculino y pasamos al EVA, origen de todo feminismo.
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