Almería
Greenpeace exige a Díaz que proteja el medio ambiente y «tire» el Algarrobico
Recuerda a la presidenta, a quien enviaron un escrito sin respuesta, que el hotel es ilegal e ilegalizable
Recuerda a la presidenta, a quien enviaron un escrito sin respuesta, que el hotel es ilegal e ilegalizable
564 días es el trazo como de sal gruesa transcurrido desde que el Tribunal Supremo (TS) estableciera que el hotel del Algarrobico, a medio levantar frente al mar en la playa de Carboneras (Almería), había sido construido sobre suelo no urbanizable. Un tiempo «más que suficiente», en opinión de Greenpeace, para que «las máquinas hubieran empezado a trabajar ya en su demolición», porque el establecimiento hotelero «es ilegal y no legalizable», como recordó ayer a LA RAZÓN la responsable de Costas de la organización, Pilar Marcos. Sin embargo, no ha sido así, por lo que activistas de Greenpeace que navegaban a bordo del buque «Esperanza» desembarcaron desde unas lanchas en las inmediaciones del hotel para llevar a cabo una nueva acción de protesta. Era la octava vez que lo hacían y en esta ocasión se encaramaron a la fachada del edificio de una veintena de plantas para repintar la leyenda «Ilegal» que ya fue rotulada en 2007 y en 2014, sobre todo, la letra «I», que había sido borrada. Marcos defendió que los terrenos «son propiedad» del Gobierno andaluz y, «por ende, el hotel es suyo», por lo que exigió al Ejecutivo regional que «proceda de inmediato a su desmantelamiento y a la restauración del entorno del parque natural del cabo de Gata-Níjar». «Le pedimos a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que proteja el medio ambiente, en lugar de otros intereses, y que tiren abajo la edificación». Lo hicieron ya la semana pasada en un escrito dirigido a Díaz que no ha tenido respuesta y lo hacen también a través de una recogida de firmas virtual –accesible en https://secured.greenpeace.org/espana/es/Que-puedes-hacer-tu/Ser-ciberactivista/algarrobico/– para advertir a la presidenta andaluza y a la ministra de Medio Ambiente, Isabel García, de que «ya no se necesita ninguna excusa judicial más». Pero existen otras partes implicadas en la prolongada historia del Algarrobico. Del lado de la promotora, Azata del Sol, apuntaron que la licencia de obras otorgada por el Ayuntamiento de Carboneras en 2003 para su construcción «sigue vigente» y señalaron que estudiarán si interponen una denuncia contra Greenpeace por su acción, como ya hicieron con anterioridad. Marcos replicó que esa cuestión se «tendrá que dirimir en un pleito civil». «Y ya veremos –sumó– si nos toca encima pagar a los españoles la indemnización». De momento, el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, dijo a Ep que la «intención inequívoca» de la Junta es «derribar» y que esperan a que el TS resuelva un recurso de casación que permita «seguir la vía administrativa y comenzar la licitación de las obras de demolición».
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