Griñán atribuye al PSOE los logros del bipartito pero no el 37% de paro

Si algo define el primer año del Gobierno de PSOE-A e IULV-CA es, para el secretario general de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, la «dureza». Como el también presidente de la Junta admitió ayer en el Comité Director de su partido, en este periodo «la frustración y el desencanto» se han sumado a la crisis y al paro en el ejercicio «tal vez el más difícil desde la Transición a la democracia».

En ese escenario, Griñán atribuyó a los socialistas varios triunfos: el de gobernar pese al descalabro que auguraban las encuestas el 25-M, el de haber logrado un pacto con IU, el de elaborar unos Presupuestos para este año, el de cumplir con la estabilidad fiscal y el de cerrar acuerdos con agentes sociales, empresarios y sindicatos. «Hemos cumplido con el mandato que nos dieron los andaluces el 25 de marzo –proclamó–. Tenemos hoy un Gobierno de coalición que funciona, tenemos estabilidad política y una seña de identidad propia», dijo.

En torno a esa columna, el líder socialista subrayó la acción de un Ejecutivo regional que ha «articulado respuestas de izquierda», medidas que «han tenido resonancia y repercusión nacional». «Hemos tratado de cumplir con el deber de la esperanza», deslizó para matizar: «Por eso muchos españoles han mirado a Andalucía». Con todo, admitió que «todavía se puede hacer más». En ese sentido, insistió en su pretensión de «una estrategia nacional contra la exclusión social», al hilo de lo que le exigió al Gobierno central del PP «colaboración» y que exima a los ayuntamientos de «pagar las cotizaciones sociales de los contratos que hemos de formalizar en el plan de exclusión social, para que haya más beneficiarios».

A los que «nos llaman radicales» les advirtió: «No vamos a dar marcha atrás digan lo que digan. Seguiremos mirando de frente a la desigualdad donde se produzca y, en la medida de nuestras posibilidades, actuaremos contra ella».

En ese sentido, avanzó que la Junta trabaja en otra iniciativa, que vendría a sumarse a decretos como el de vivienda, para «proteger de la exclusión social a los deudores más vulnerables». «Vamos a aprobar una medida legislativa para combatir las cláusulas abusivas de los bancos», anunció. A ella se añadirá «una ley contra el fraude fiscal, contra el fraude social» y la ya famosa «Ley de Transparencia». «Tenemos una agenda legislativa ambiciosa», aseveró. En ella, de momento al menos, no parece haber ni rastro del «banco de tierras» que, según IU, se comprometió a poner en marcha el primer año.

El punto negativo que le impide estar «del todo satisfecho»: «El amplio volumen de desempleo que sigue existiendo». 1.108.022 personas, según registraron las oficinas de empleo de la comunidad en abril. La tasa casi roza ya el 37%, como refleja la EPA. En este punto, aunque llamó a los suyos al combate de esta lacra, lanzó hacia arriba las responsabilidades, pese a que las políticas activas de empleo están transferidas a las comunidades. De hecho, exigió al equipo de Rajoy «un mayor compromiso con el empleo» Y dio datos: «Desde que gobierna la derecha», mantuvo, «se destruyen en Andalucía 500 empleos diarios mientras que en los dos últimos años del Gobierno de Zapatero no llegaban a los 200».

Los mensajes en clave interna fueron múltiples, entre ellos, que a los socialistas no les «debe preocupar tanto» sus «expectativas de voto» como «la falta de expectativas de los ciudadanos».