Sevilla

Hacer las Américas

La Razón
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Dice la letra de una popular colombiana que: «El cariño de mi tierra/ por la tierra americana / no lo paran las fronteras / ni la distancia del agua, / porque son muchas banderas / pero una misma palabra». Son los cantes de ida y vuelta. Como la guajira, la milonga o la vidalita. Cantes que surgieron con el ir y venir, con las aportaciones de Andalucía y de Iberoamérica. Y que nos trajeron artistas como el gran Silverio Franconetti, en la época en la que flamencos y toreros, cruzaban el charco para hacer gira o probar suerte. Como también ocurría, desde el descubrimiento, con numerosos emigrantes y aventureros, que decidían trasladarse hasta tierras hispanoamericanas en busca de nuevos negocios y de mayor riqueza. Era una forma de buscar fortuna, sobre todo, a finales del Siglo XIX. Aquellos emigrantes que volvían ricos, eran conocidos como indianos. Sus casas o «casonas», están repartidas por toda España, desde las Islas Canarias hasta la misma Cantabria. Desde hace casi una década, muchos han sido los andaluces que han tenido que volar hasta el nuevo continente en busca de trabajo y bienestar. Sobre todo, a países como Chile o Colombia. Hoy día, reconocidos artistas españoles viven en Miami o República Dominicana, como Alejandro Sanz o Julio Iglesias. Y los toreros siguen haciendo las Américas. Por ejemplo, El Juli o Morante, que acaban de torear en Manizales. También la rumba tiene ese sabor colonial, de ida y de vuelta, como en las calles de el viejo San Juan o Cartagena de Indias, que tanto recuerdan a las de Sevilla o Sanlúcar de Barrameda: «De México a Puerto Rico, desde Cuba a Nueva York, voy cantando mi rumbita, antillana y morenita pero con ritmo español».