Sevilla
Itálica famosa
Itálica es una de las ciudades más primitivas del imperio romano. No en vano fue fundada en el año 206 A.C., en una de las colinas más próximas al Guadalquivir, donde actualmente se levanta el pueblo de Santiponce. Itálica conoció el esplendor de Roma, levantando importantes construcciones que, en mayor o menor medida, aún se conservan. Su monumento más espectacular es, sin duda, el anfiteatro. Con capacidad para 25.000 espectadores, era uno de los mayores del imperio. Bajo su suelo, había un foso que servía para albergar a fieras y gladiadores. Junto a él, encontramos la Nova Urbs, todo un barrio con una importante red de abastecimiento de aguas. También, existe una manzana con los baños públicos o Termas Mayores. Resulta muy curioso para el visitante contemplar las casas o villas, decoradas con magníficos mosaicos. Entre todas destacan: la Casa de la Exedra, Casa de Neptuno, Casa de los Pájaros o Casa del Planetario. A éstas, cabe añadir la Cada de Hilas o la Casa del Patio Rodio. Otra construcción a tener en cuenta es el Traianeum o Templo de Trajano. Junto al cerro de San Antonio, se encuentra el Teatro, donde actualmente se celebran espectáculos y festivales. La jornada se puede completar con la visita al Museo Fernando Marmolejo. Según se cuenta, Itálica tuvo actividad hasta la época musulmana, pero fue abandonada en el S XII, pasando a ser conocida como «Sevilla la Vieja». Las excavaciones arqueológicas se iniciaron entre 1751 y 1755. Itálica fue objeto continuado de expolio, hasta su declaración como Monumento Nacional en 1912. Cuna de Trajano y Adriano, «Itálica famosa», como la describiera el poeta Rodrigo Caro, se encuentra cada vez más cerca (gracias a la iniciativa de Civisur) de ser declarada Patrimonio de la Humanidad.
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