IU presiona y Griñán acepta explorar el desarrollo de las consultas populares

La bancada socialista también aplaudía ayer en el Parlamento al portavoz de IU José Antonio Castro. No siempre ocurre. Algunos dirigentes de esta formación pasaron un buen rato durante la intervención del dirigente izquierdista. Eso indicaba la sonrisa a mandíbula batiente del consejero de Empleo, Economía e Innovación, Antonio Ávila, o la de su antecesor en el cargo, Manuel Recio, quien dejó incluso de atender unos minutos su cuenta de Twitter –es llamativo el apunte– para no perderse un detalle de la alocución del que, de momento, se perfila como el principal aspirante a relevar en junio a Diego Valderas en la XIX Asamblea de IU.

Castro inició su intervención parlamentaria empujado por la popularidad. Sus declaraciones la semana pasada llamando a imitar el «socialismo del siglo XXI» de la república bolivariana han tenido un gran hongo mediático. En Andalucía y fuera de Andalucía. El parlamentario del PP-A Jaime Raynaud pronosticó el viernes, con sorna, que terminaríamos «viendo a Griñán con el chándal bolivariano». Castro se reafirmó en su convicción chavista: «Prefiero mil veces el chandal de los trabajadores que las corbatas y los puños blancos manchados de corrupción y de cuentas en los paraísos fiscales». Fue el momento del aplauso compartido por las bancadas de los dos socios del bipartito.

IU está reclamando a la Junta que explore la posibilidad de llevar a cabo un referéndum sobre los recortes a los que obligaría a la Junta el Gobierno central. La iniciativa la dejó caer cuidadosamente el coordinador general de IULV-CA y vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, después de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, asegurara que Andalucía, al igual que las otras cuatro comunidades incumplidoras con el déficit en 2012 –la desviación equivale a 700 millones de euros–, tendría que revisar su plan de reequilibrio financiero e implementar nuevos ajustes. El espacio que no ocuparon las críticas al PP y al Gobierno de Rajoy, lo ocupó el portavoz parlamentario de IU con reclamaciones sobre transparencia –el Ejecutivo trabaja en un texto que estará listo en abril y que se aprobará definitivamente antes del verano– y sobre la necesidad de llevar a cabo consultas populares. «¿Es que acaso están locos los sindicatos por pedir una consulta sobre los recortes ante esta democracia de baja intensidad?», alegó Castro, que volvió –sin abandonar el guión de los folios del discurso– repetidamente sobre la misma idea. «No hay que tenerle miedo a la voz del pueblo», abundó. Y pidió un «instrumento de consulta de la gente para gobernar con la gente». «Aunque el PP piense que somos populistas o que nos gusta ir con chándal».

En la Junta no ha calado la propuesta del referéndum. Que no es, por cierto, el primero que propone IU. Ya amagó la coalición de izquierdas con un plebiscito contra los recortes coincidiendo con el 28 de febrero, pero el escaso apoyo en las manifestaciones obligó a un repliegue. La consejera de Presidencia, Susana Díaz, ya se desmarcó de IU, asegurando que la propuesta de referéndum no había que enmarcarla dentro del gobierno, sino únicamente dentro de Izquierda Unida. La Junta sabe que en este terreno no puede jugar con fuego. Es el Gobierno central –con fondos como el de liquidez autonómica, del que recibirá este año la comunidad 3.209 millones de euros– el que mantiene las constantes vitales de la Junta.

Por eso es reseñable la respuesta del presidente andaluz. Griñán no apostó abiertamente por los referéndums ni confirmó que los haya. Pero sí se mostró abierto a que se discuta dentro del marco de diálogo que se mantiene entre todos los partidos en torno a las propuestas de transparencia y a explorar las posibilidades del artículo 78 del Estatuto de Autonomía. Este artículo, sobre consultas populares, señala que «corresponde a la Junta de Andalucía la competencia exclusiva para el establecimiento del régimen jurídico, las modalidades, el procedimiento, la realización y la convocatoria por ella misma o por los entes locales en el ámbito de sus competencias de encuestas, audiencias públicas, foros de participación y cualquier otro instrumento de consulta popular, con la excepción del referéndum». Griñán se comprometió en el Parlamento, cuando acudió a declarar en la comisión de los ERE, a aprobar el texto más avanzado en transparencia. «La transparencia –dijo ayer– es el mejor instrumento para ganar en credibilidad».

Rechazo a las medidas para emprendedores

El Parlamento rechazó ayer, con los votos de PSOE e IU, apoyar una proposición del PP para respaldar las medidas de estímulo del Gobierno central para los jóvenes, emprendedores y pequeñas y medianas empresas. En la Proposición no de Ley defendida por la diputada popular Teresa Ruiz Sillero, el PP pedía que la Cámara apoyara los nuevos incentivos para la contratación laboral de jóvenes por parte de pymes y autónomos, así como los incentivos fiscales. PSOE e IU también rechazaron instar al Consejo de Gobierno de la Junta a remitir al Parlamento en el plazo de un mes un plan de reactivación de la economía y el empleo en la comunidad.