Educación

«La consejería está dejando a los niños discapacitados de la mano de Dios»

Padres de alumnos con necesidades especiales son invitados por el profesorado a acudir a la prensa para denunciar la falta de monitores

Las aulas de educación especial requieren de monitores para atender las necesidades de los menores
Las aulas de educación especial requieren de monitores para atender las necesidades de los menoreslarazon

Padres de alumnos con necesidades especiales son invitados por el profesorado a acudir a la prensa para denunciar la falta de monitores

El curso escolar arrancó el pasado 11 de septiembre y la Consejería de Educación continúa todavía hoy sin responder de forma eficaz a la falta de monitores de educación especial que centros y familias reclaman en muchos puntos de la comunidad, con especial mención a la provincia de Málaga. El Gobierno andaluz no sólo deja sin resolver el problema laboral de estos trabajadores, subcontratados por empresas que incumplen sistemáticamente el convenio laboral en su mayoría, sino que este curso no ha cubierto las demandas realizadas por todos los centros educativos, dando lugar a situaciones surrealistas como la denunciada ayer por padres y madres del colegio Andalucía en Vélez-Málaga.

«La Junta de Andalucía nos está dejando a los niños discapacitados de la mano de Dios por culpa de los recortes», señalaba ayer a LA RAZÓN la madre de un menor de seis años con movilidad reducida de este colegio. Su hijo y otros dos menores de nueve y once años están escolarizados en un aula específica, aunque en el colegio hay ocho alumnos con necesidades especiales y el profesorado no cuenta con un monitor de educación especial para las atenciones que precisan. «No tienen a los niños atendidos. La dirección del centro lo ha intentado todo, pero desde la delegación no obtiene respuesta y ya no sabe qué hacer. Nos dice que nos movamos nosotros», afirma esta madre, que confiesa que está atravesando dificultades en el trabajo porque tiene que pedir permisos a diario para acudir cada mañana al centro para cambiar al niño y darle el desayuno. «No puedo dejar el trabajo. El año pasado teníamos un monitor pero se lo han llevado a otro colegio. Nadie hace nada. Han puesto una auxiliar para que ayude al profesorado, pero no está todo el tiempo. La profesora está desbordada», se lamenta.

Hasta ahora las quejas en la Delegación Territorial de Educación no han surtido efecto.
De hecho, desde el propio centro escolar «nos han recomendado que denunciemos la situación en la prensa, que no ven otra solución».

Lo peor es que no es una situación puntual. Desde la asociación de monitoras de educación especial de Málaga afirman que la situación del colectivo es «igual de mala que el año pasado, con empresas adjudicatarias del servicio que incumplen los convenios –los sueldos apenas superan los 600 euros– y a ello hay que sumar que es cierto que faltan monitores en los centros».

La solución más efectiva para estos profesionales sigue siendo la judicial. Muchas de ellas se encuentran esperando la celebración de juicios, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) haya condenado en más de una ocasión a la administración por cesión ilegal de trabajadores. El Gobierno andaluz se escuda en una aplicación de las cláusulas sociales en los contratos que no llegan a reflejarse en las nóminas de los empleados cuando termina el concurso público del servicio.