La controvertida obra en el Castillo de Matrera opta al prestigioso Architizier A+

El Estudio Carquero está nominado dentro del apartado de trabajo de conservación, pese a la comparación con el caso de «Ecce Homo»

La Torre de Matrera, cuya consolidación ha sido comparada con la restauración del «Ecce Homo», es una de las finalistas de los prestigiosos premio Architizer A+ de arquitectura, que se eligen mediante votación popular entre las mejores muestras arquitectónicas mundiales en más de 90 categorías.

Los Architizier A+ son unos premios a los mejores espacios y ambientes arquitectónicos del mundo, divididos en varias categorías en base a su función. Este año alcanzan su tercera edición. La Torre de Matrera está nominada dentro del apartado de trabajos de conservación.

Architizier es una de las principales redes de arquitectura mundial, con base en Nueva York y cerca de dos millones de seguidores en las redes sociales. En su jurado están Paola Antonelli, del MoMA; Nicola Formichetti de Diesel; y Steven Holl, de Steven Holl Arquitecs. Los premios se darán a conocer el 14 de abril en Nueva York y actualmente la Torre de Matrera es una de las principales candidatas por su volumen de votos. La candidatura se puede apoyar a través de la web de Architizier.

La Torre de Matrera es el último vestigio en pie de la fortificación musulmana del Castillo de Matrera, del siglo IX, localizada sobre el Cerro de Pajarete, en Villamartín (Cádiz). La edificación está catalogada como Bien de Interés Cultural desde 1985 y está enclavada en una finca privada. Las obras, de hecho, han sido sufradas «sin ayudas» dentro de un proyecto que se ha extendido durante cinco años, desde 2011, entre investigación, redacción y ejecución.

La Asociación Hispania Nostra ha criticado que se ha desvirtualizado el aspecto histórico y paisajístico y diferenció los trabajos con los realizados con el «Ecce Homo» porque en este caso se han contado con todos los permisos.

Estos días, el propietario de los terrenos, Juan García Doblas, ha impedido la visita por el impacto mediático de la obra. El New York Times, el Daily Mail, The Guardian, Mirror, la CNN o Il Corriere de la Sera se han hecho eco de los trabajos.

El arquitecto Carlos Quevedo, del Estudio de Arquitectura Carquero señala que las obras han sido de consolidación, en ningún caso se trata de una restauración. El Ayuntamiento de Villamartín, que tiene un litigio con la propiedad de la finca para que sea legalmente de acceso público (hasta ahora, pese a todo, se incluía hasta en las rutas de senderos de la zona), llevaba años avisando a la Junta del estado del edificio.

El propietario actuó, dados los requerimientos, iniciando las obras en 2011. En 2013, se derrumbaron los muros norte y dos de las bóvedas. Sólo quedaron los muros sur y oeste, por lo que se modificó el proyecto original de restauración. Por motivos económicos, las obras arrancaron de nuevo en 2014, en dos fases. Aún no están culminadas.

Carlos Quevedo es Premio Nacional de Urbanismo y tiene tres másteres por las universidades de Sevilla, Granada y La Sapienza de Roma sobre Patrimonio, Investigación y Restauración. En las obras se levantaron los contrafuertes con la piedra original, se alzó y recuperó la altura primigenia de la torre, y se recuperó su volumen.

El propietario está satisfecho con los trabajos. El uso combinado de de materiales en el revestimiento exterior de la torre y los muros es el principal foco de las críticas. Se ha utilizado mortero de cal blanca, el material que estaba en el acabado de la torre, como se observa en zonas interiores de los revestimientos originales. Los trabajos se han realizado con la aprobación de la Junta de Andalucía y se han llevado a cabo en base a la Ley 13/2007 del Patrimonio Histórico andaluz. El artículo 20 de la citada ley prohíbe los intentos de reconstrucción mimética y exige el uso de materiales compatibles con el Bien de Interés Cultural.

La Junta de Andalucía «oficialmente» no ha recibido quejas. Una reconstrucción «piedra sobre piedra», según la ley, resultaría ilegal y engañoso.

Por su parte, la Asociación Hispania Nostra señala que las actuaciones deben ser reversibles y que no se puede edificar elementos nuevos. La entidad ya tenía incluida la torre en su Lista Roja de patrimonio en peligro de conservación.

Todo el planeta se ha hecho eco de la obra. El «Ecce Homo» acabó siendo un reclamo turístico de primer orden. La Torre de Matrera aspira a uno de los premios más prestigiosos de la arquitectura internacional.