Sociedad
La Fiscalía reclama 25 años de cárcel para los tres acusados del «crimen de las cuñadas»
El Ministerio Público resalta la «brutal, despiadada y repetida paliza» propinada por los encausados a la víctima
La Fiscalía de Sevilla ha solicitado 25 años de cárcel para cada una de las tres personas encarceladas por su presunta vinculación con el asesinato de Anabel Deza Vázquez, la joven de 26 años de edad hallada muerta el 19 de abril de 2016 con fuertes golpes en la cabeza y hasta 61 heridas de arma blanca en su vivienda de La Rinconada.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público pide 25 años de prisión por un delito de asesinato para cada acusado, como son dos hermanas del marido de la víctima --fallecido de un ictus en diciembre de 2015--, identificadas como Elena N.S. y Rosa N.S., y el novio de ésta última, Francisco Javier M.R..
Asimismo, la Fiscalía reclama que, por los daños morales causados, los acusados indemnicen a cada uno de los cuatro hijos de la víctima con 153.400 euros, así como que abone 15.400 euros a las dos hermanas mayores de la fallecida.
Fuentes judiciales han informado a Europa Press de que los tres acusados serán enjuiciados en los próximos meses por un jurado popular en la Audiencia Provincial de Sevilla.
El Ministerio Público relata en su escrito de acusación que los acusados se dirigieron sobre las 9,30 horas del día 19 de abril de 2016 a la vivienda de Anabel Deza, quien les permitió la entrada en su domicilio “a pesar de las desavenencias familiares que mantenían”.
Una vez dentro de la vivienda, los tres acusados, “puestos de común acuerdo en la acción y con el claro propósito de acabar con la vida de Anabel Deza o siendo conscientes del riesgo que creaban para su vida y de las altas probabilidades de producir su óbito, lo que les era indiferente, se abalanzaron repentinamente contra ella, propinándole una brutal paliza”.
De este modo, y según precisa el fiscal, los acusados le golpearon “violentamente” en los miembros superiores y en la cabeza “hasta que cayó al suelo”, momento en el que fue golpeada “reiteradamente” con un objeto contundente y apuñalada en la espalda y el cuello hasta que al arma utilizada, un cuchillo de cocina, se le rompió la hoja tras asestar hasta 61 cuchilladas.
Ello le causó a la víctima un sufrimiento “desmesurado”, apunta la Fiscalía, que agrega que los acusados “lograron su objetivo, que no era otro que causarle la muerte”, la cual se produjo como consecuencia de un traumatismo cráneo-encefálico severo con lesión de centros nerviosos vitales y hemorragia masiva por heridas de arma blanca en el hemitórax izquierdo y el cuello.
Los acusados mataron a Anabel Deza “de manera sorpresiva y encontrándose en una clara situación de desproporción de fuerzas respecto de sus agresores, sin darle oportunidad de defensa eficaz, asegurando la muerte sin riesgo para sus personas y sabedores del grave martirio a la que la estaban sometiendo para lograr el propósito final de acabar con su vida”.
La Fiscalía asevera que “la brutal, despiadada y repetida paliza” propinada por los acusados ocasionó a la víctima “grandes, evidentes e injustificados padecimientos”, provocándole numerosos traumatismos en la cabeza y en las manos, así como lesiones por arma blanca en la cara, el cuello, donde se localizaron 17 heridas inciso-punzantes, o la espalda, donde sufrió hasta 33 heridas.
Finalmente, los investigados abandonaron el lugar a bordo de un vehículo Peugeot 206 que “solía utilizar” Francisco Javier, dice el Ministerio Público.
La víctima, a la fecha de los hechos, tenía cuatro hijos.
Así, la Fiscalía pide para cada acusado 25 años de prisión a cuenta de un presunto delito de asesinato, por la concurrencia de alevosía y ensañamiento, con la agravante de abuso de confianza.
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