La izquierda oficialista cierra filas en torno a Manuel Pastrana

«Ha estado siempre pidiendo explicaciones a todo el mundo, pues ahora le toca a él», reclama el PP-A

El día después al anunciado adiós de Pastrana de la secretaría de UGT-A dejó un aluvión de reacciones, con un marcado cierre de filas en torno a la figura del líder sindical por parte de la izquierda oficialista. «La muy fecunda» labor, en palabras del portavoz de la Junta, de Pastrana podría tener una segunda lectura considerando los autos de la juez que hablan de «sobrecomisiones» en el fraude de los ERE en el entorno de los sindicatos. Cabe recordar que Juan Lanzas, el presunto «conseguidor» perteneció a UGT hasta 2003.

Pastrana, frente a las críticas por los gastos en Sudáfrica y las viviendas que posee el sindicato, habló de «una estrategia que busca el descrédito». «El sindicato compró una vivienda, en la que vivo yo, porque en la que vivía en Mairena del Aljarafe hubo que dejarla. Es una vivienda normal, sin nada excepcional. Buscaré la bodega y el solarium porque en 13 años no los he encontrado», dijo. Respecto a las dos tarjetas del sindicato, en 2010 registró 9.623 euros y en 2011, 7.074 euros. Pastrana insistió en que ningún miembro de la Ejecutiva cobra del sindicato y se quejó de que no le perdonan que «el PP no ganara por mayoría absoluta para poder gobernar», negando que su decisión de no presentarse tenga relación con las supuestas irregularidades.

La coordinadora de Política Municipal del PP-A, Carolina González Vigo, aseguró que no es «ni ético ni normal» que Pastrana disfrute de una vivienda «gratis total» al tiempo que participa en manifestaciones contra los desahucios. González Vigo acusó al secretario general de UGT-A de «especular» con los trabajadores y parados. «No es suficiente que liquide esta situación diciendo que no se presenta a la reelección», reclamó. «Si no ofrece detalles sobre cómo ha estado actuando en los gastos opacos de su organización, cómo utilizaba la tarjeta de crédito, los sobresueldos de los dirigentes del sindicato, el desvío de subvenciones finalistas a gastos corrientes o los créditos que el propio sindicato daba a sus dirigentes, está haciendo un daño irreparable a la credibilidad de UGT», sentenció. Pastrana ha estado siempre pidiendo explicaciones a todo el mundo, pues ahora le toca a él. No basta con decir no me presento, porque son muchas las cuestiones que crean demasiadas dudas en torno a la gestión del dinero público de la UGT en Andalucía», aseguró, recordando que el sindicato está «presuntamente vinculado» con tramas como la de los ERE.

El portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, indicó que Pastrana no merece «una despedida tan lamentable y mezquina como le ha querido dar el PP». «Merece todo nuestros respetos y reconocimiento, tanto a título personal como sindical», añadió. El portavoz de la Junta habló de «una etapa fecunda» en referencia al los acuerdos logrados. Vázquez se sumó a la teoría de «acoso y derribo a los sindicatos que han defendido determinados partidos políticos y sectores de opinión conservadores», llegando a hablar de «persecución». El consejero de Empleo Antonio Ávila defendió una «trayectoria limpia» y valoró que «en estos momentos de dificultad esté dando la cara». Desde CC OO, Carbonero destacó su aportación al movimiento obrero. Los secretarios provinciales de UGT también salieron en defensa de Manuel Pastrana. El de Huelva, Jorge Puente, señaló que Francisco Fernández, el número dos de Pastrana, «puede dar el perfil de líder consensuado por la mayoría». Pastrana, por su parte, dijo que «no hay constancia» de la existencia de un movimiento crítico que prepara otra candidatura distinta a la oficialista. El ex secretario de Formación Germán Domínguez busca avales.