Susana Díaz
La Junta empieza a ceder a las exigencias de «Spiriman»
Alonso se compromete a no trasladar el hospital materno-infantil
Alonso se compromete a no trasladar el hospital materno-infantil
La Junta empieza a reconocer la influencia de Jesús Candel «Spíriman», este médico de urgencias que a través de las redes sociales viene denunciando las carencias asistenciales de la sanidad pública granadina. Su reunión ayer con el consejero de Salud, Aquilino A-lonso, generó una gran expectación y, a tenor de los resultados, dejó un buen sabor de boca al propio Candel, aunque en ningún momento el consejero se comprometió a paralizar el proceso de fusión hospitalaria, tal y como ha demandado este facultativo y las decenas de miles de personas que han abarrotado las calles de Granada en tres ocasiones.
El primer compromiso explícito que arrancó Candel de Alonso fue la paralización del traslado del hospital materno-infantil, que estaba en los planes de la Consejería. Así lo anunció una vez concluida la reunión y visiblemente emocionado. Junto a ello, anunció que se abre una nueva fase de negociación en la que tendrán un papel protagonista los miembros de la plataforma «Granada por su salud» y la junta de personal del Complejo Hospitalario de Granada. La interlocutora de las negociaciones será la gerente de este complejo hospitalario, Cristina López, aunque Candel exigió para ello una contrapartida: «La dimisión de todos los responsables de este caos sanitario». Si no no se produce este extremo, «nuestra única interlocutora será la presidenta de la Junta, Susana Díaz», aseguró.
Candel también señaló que «no se ha firmado nada», por lo que las exigencias siguen en el aire, aunque sí existe voluntad de negociar y de llegar a acuerdos, tal y como han venido repitiendo diferentes responsables de la Administración autonómica durante los últimos días, a tenor de las manifestaciones que se extendieron también a Málaga y Huelva. «No nos vamos a bajar de la burra», insistió Candel, no sin antes recordar que «vamos a seguir la misma línea que hemos mantenido hasta el momento». «Hemos dado una lección de unión y estaré ahí vigilante por si algún espabilado intenta hacer juego sucio», subrayó.
Mientras, en el exterior del edificio de gobierno del hospital Virgen de las Nieves, más de 5.000 personas aguardaban el resultado de la reunión. Con velas, linternas y en silencio, tal y como había pedido Candel en las redes sociales, a los manifestantes no les importó la lluvia que cayó durante toda la tarde. Tal fue la expectación que generó el encuentro, y la asistencia junto al edificio de gobierno, que la Policía Local tuvo que cortar parcialmente al tráfico la avenida de las Fuerzas Armadas.
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