Málaga

«La Junta tendría que haber hecho vivir mejor a las familias, no sobrevivir»

Defiende la transferencia de las políticas sociales y de vivienda a los ayuntamientos por ser «más cercanos y eficientes»

Francisco de la Torre/ Alcalde de Málaga
Francisco de la Torre/ Alcalde de Málagalarazon

En una semana ha recibido la visita de la presidenta de la Junta y de la consejera de Educación. Ha empezado con fuerza su relación con el nuevo Gobierno.

–Ha coincidido la visita, pero espero por otra parte que tengamos una relación fluida, siempre la he querido tener y lo he conseguido. En otros momentos no, aunque no sea momento de recordarlo, hay una larga lista negativa, pero me gusta poner más el acento en lo positivo.

–De momento ha dado usted marcha atrás con el metro, al aceptar que sea en parte en superficie.

–Vamos a ver, lo que he defendido siempre es que firmamos un protocolo en 2013 y nos comprometíamos a que fuera soterrado y en superficie condicionado al consenso vecinal. No depende de mí solo, si no de ambas partes. Es el compromiso de entonces, en las elecciones y ahora.

–Fue muy beligerante con este tema en la campaña, ¿entiende que se vea como una estrategia electoral?

–No, solo que quería dejar claro ante los vecinos que defendería ese consenso y siempre está la otra alternativa si no se alcanza un acuerdo. Cuando uno firma lo hace de buena fe, también la Junta tiene que colaborar para convencer a los ciudadanos.

–Se ha quedado como el «naúfrago» de su partido en las grandes capitales.

–Dentro de las grandes ciudades sí, pero no estoy en solitario en Andalucía, no me siento náufrago.

–Tras su acuerdo con Ciudadanos para apoyar su investidura ha empezado a haber fricciones en relación a los sueldos de altos cargos. ¿Le parece la función pública un lugar para ganar sueldos por encima de cien mil euros?

–Esas pautas están marcadas en la legislación estatal y depende del tamaño de las empresas. Hay que procurar que tenga buenos gerentes, no vamos a ser peores que la empresa privada, sería no apostar por lo público. No estamos por encima de los gerentes de otras ciudades como Barcelona, Madrid... pero hemos procurado en esta etapa de crisis ir bajando los niveles salariales y seguiremos en esa dirección. Por lo tanto en ese deseo no hay ningún problema, coincide con nuestra estrategia y lo haremos de manera muy compartida y con mucha transparencia. Tenemos empresas que van en vanguardia, como la malagueña de transportes, con un gran nivel de satisfacción entre los usuarios y no queremos perder en esas cuestiones.

–Una de los puntos del pacto es que usted acabe la legislatura.

–Bueno, eso no me suponía ningún esfuerzo porque es lo que pensaba hacer, lo he recordado casi todos los días en la campaña porque la oposición decía lo contrario, que me presentaba para unos meses.

–En Granada Ciudadanos optó justo por lo contrario: exigir al alcalde y candidato que se marchara para apoyar al PP. ¿Qué le parecen ese tipo de exigencias?

–Siempre he sido muy respetuoso con las fuerzas políticas emergentes, son alegría para la democracia. Que seamos cinco grupos en el Ayuntamiento no tiene por qué afectar al buen gobierno. En mi caso lo entiendo como una buena opinión hacia mí. De Granada no tengo suficientes datos.

–Es su cuarta legislatura, pero la primera sin mayoría absoluta. Esto le coloca en una posición muy diferente, no podrá hacer, digamos, lo que usted quiera.

–Yo fui diputado de UCD en los años 70, fueron años en los que se elaboró la Constitución, había deseo de hacerlo todo y se hizo en un clima de concordia. La cultura del diálogo la tengo muy asumida, digamos que viví aquellos años con mucha intensidad, fui consejero de Hacienda y Economía en el Gobierno de concentración preautonómico ¿La clave cuál es? Hacer una política lo más acertada posible, con buena fe, con lealtad, muy especialmente con Ciudadanos. Se irán viendo los temas prioritarios de la ciudad y los compromisos de investidura de reactivar la economía, vender bien la ciudad desde el punto de vista turístico, para vivir en ella, invertir en ella, crear empleo, además de loscompromisos de cohesión social, en la medida en que los presupuesto nos lo van a ir permitiendo sin que suban los impuestos, que es otro compromiso que hemos asumido. Si hay una línea de política eficaz, eso se traduce en un elemento de unión que facilitará la estabilidad del Gobierno. Y luego con las otras fuerzas, una política de máximo diálogo, transparencia y consenso.

–No le pregunto por dónde va a empezar, más bien ¿por dónde va a continuar?

–Siempre hay cosas que hacer, queremos mejorar por ejemplo en el coste de los servicios. Le hablaba también de la activación de la inversión, eso es prioritario para estimular la creación de empleo, y un mayor esfuerzo en política social. Lo hemos venido haciendo, pero queremos ir a más todavía. Sin abandonar las estrategias básicas de la ciudad: apostar por la cultura, la innovación, la tecnología... todo va a estar muy presente. Luego hay inrfaestructuras necesarias, tendremos que buscar fondos europeos para resolver por ejemplo el riesgo de viabilidad de los polígonos industriales.

–¿Hay alguna inversión privada potente próxima a cerrar un acuerdo?

–Ahí necesitamos que Málaga sea más conocida, que las empresas vean el atractivo de la ciudad, que conozcan este paraíso para enclavar espacios productivos.

Y queremos apoyar al máximo el emprendimiento local, con incubadoras, aceleradoras. Vamos a facilitar ventanilla única, apoyo fiscal a autónomos, a la mujer, y también a quienes contraten mujeres de más de 45 años. Queremos ir incluyéndolas en las nuevas ordenanzas.

–Respecto a políticas sociales, los ayuntamientos tienen mucho que decir porque son la administración más cercana. Un tema muy preocupante es el de los desahucios, donde la Junta vuelve a sacar un anteproyecto de ley que no sé si le parece que resuelve el problema.

–Nosotros en esa materia venimos trabajando desde hace tres años para establecer una polítca coordinada y los bancos son los principales interesados en buscar soluciones digamos «pacíficas», como refinanciar la deuda, que permitan pagar a las familias. Se han conseguido muchas cosas: hemos atendido a 700 personas con datos positivos en la gran mayoría. El otro día le ofrecí nuestra ayuda a la presidenta y quiero dejar clara una cuestión: en política de vivienda quien tiene responsabilidad es la Junta. Nosotros hemos adquirido viviendas en concurso para ir más rápido y en los alquileres de nuestro parque de viviendas hemos flexibilizado la renta para hacer soportable el pago, con un acuerdo que nos ha costado tres millones de euros al año, ¿eh? Pero queremos reforzar la oficina, abordar la posibilidad de alquilar viviendas, lo estamos estudiando para destinarlas a ese uso social, administrando bien nuestras cerca de 4.000 viviendas. Pero vamos a coordinar con la Junta, aunque quien debería hacer esos esfuerzos es la propia Junta, esa competencia no ha sido transferida. Tiene la competencia desde los años 80 y la desarrolla muy mal. Debería transferirse a los ayuntamientos porque somos los más cercanos al ciudadano y es una gestión más eficaz y transparente.

–¿Cómo se gestiona la adjudicación de esas viviendas?

–Tenemos una demanda de más de 300 y cada año conseguimos alrededor de 200 que se quedan libres, las recuperamos para quien más las necesita no para quien las vende, algo muy habitual en Málaga. Quisiéramos que la Junta fuera igualmente seria en la gestión de su parque para que nos diera noticias de más viviendas para esta segunda ocupación. Pero volviendo al tema de los desahucios, yo le he insistido a la presidenta en que hay que tener la inteligencia de que los bancos tienen que colaborar, que alquilen antes de subastar y le pongan una renta que pueda pagar o una nueva hipoteca. Hay mil soluciones para compartir el esfuerzo con el sistema financiero y no solo la Administración. Pero vamos a poner recursos en esta dirección.

–¿Cree que se va en dirección equivocada?

–Lo que veo es que la Junta no ha hecho un parque de viviendas en los últimos años. Por eso le le recordé a la presidenta la conveniencia de que trasladara las competencias, empezando por nosotros, con un convenio: eso implica trasladar los recursos presupuestarios, fondos europeos... La capacidad de respuesta del nivel local es mucho más amplia: vivienda, rehabilitación, política social, deportiva, políticas activas de empleo... todo eso debería transferirlo.

–¿Con qué se quedaría la Junta?

–Se quedaría sanidad, universidades, planificación terrritorial, que la ha hecho tarde... ¿Dónde está el corredor ferroviario de la Costa del Sol occidental? No ha guardado el espacio, si lo hubiera hecho en los años 80 esto estaría previsto, tendría que haber guardado su espacio. O la conexión ferroviaria con Sevilla por Almodóvar del Río, no por Antequera que era al final tirar el dinero. Eso es pensar. El principio de subsidariedad europeo, no pretendo ser pretencioso al recordarlo, es que lo que pueda hacer el nivel local bien, hágalo, y no el regional, que lo hará peor. Lo que pueda hacer el nivel regional, que lo haga, y no el nacional. Yo hablo con los ciudadanos todos los días, es más difícil para un regidor regional ese contacto. No nos empeñemos, es más caro y más distante. Al final funciona con una ineficencia brutal, ahí están todos estos temas de cursos de formación, los ERE formación.. se pierde tiempo en un centralismo autonómico absurdo.

–Esta semana precisamente se ha conocido la imputación por el Tribunal Supremo de los expresidentes Chaves y Griñán por los ERE.

–Mire, a mí no me da ninguna satisfacción, no es bueno para Andalucía que ex presidentes autonómicos por su gestión puedan ser objeto de imputación, espero que se resuelva bien. Lo que es evidente es que algo ha funcionado mal en todo este tema de los ERE y los cursos. ¿Dónde están las responsabildiades? Fíjese lo que le digo, si los fondos sociales europeos que Andalucía ha tenido tantos para materia de formación hubieran estado descentralizados, se hubieran gestionado con mucha más eficacia, con más transparencia y muchos más logros. Es que Andalucía ha recibido mucho dinero y no sé si siempre se ha aprovechado bien.

–Al día siguiente, Manuel Chaves y quien fuera su vicepresidente, Gaspar Zarrías, dijeron sentirse «profundamente orgullosos» porque con sus medidas ayudaron a sobrevivir a 6.000 familias en tiempos difíciles.

–Lo ideal sería no hacer sobrevivir, si no vivir, hacer vivir mejor a más miles de familias pero haciendo las cosas bien, con igualdad de oportunidades y creando de verdad un tejido productivo innovador, y fomentando el emprendimiento, eso tendría que haber hecho la Junta y no crear clientelismo con malas formas. El recurso público es sagrado y no se puede justificar uno en que si ayudo a tal o cual. Oiga, ¿por qué a esos y no a otros? Algún día se sabrá el alcance de todo esto y qué significan estas palabras. Ahí se equivocan plenamente.

–El ex consejero de Empleo José Antonio Viera se ha negado incluso a entregar su acta de diputado para no perder el aforamiento y que su caso vuelva al juzgado de Instrucción 6 de Sevilla.

–Eso es que tiene miedo a que quien conoce más el tema lo juzgue. Lo veo una postura de distanciamiento a la colaboración con la Justicia. Tendría que haber dicho, «allí voy», eso sería lo lógico, lo elegante y lo normal.