Elecciones 24-M
«La ‘‘normalidad’’ de Zoido es atonía. Consiste en no gastar el Presupuesto. Por eso los sevillanos están enfadados»
Está abierto a «pactar con todas las fuerzas políticas» porque el momento actual lo requiere, pero su objetivo es «gobernar en solitario»
El candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla atiende a LA RAZÓN en la recta final para las municipales. Ve el partido muy abierto. Está contento. Hace unos meses ni siquiera había partido.
–¿Teme que si tiene la oportunidad de gobernar en Sevilla sufra la misma inestabilidad que hay ahora en Andalucía?
–Hay que dejar claro que Susana Díaz convocó las elecciones porque estábamos viviendo una situación de ingobernabilidad de libro. IU se estaba posicionando de cara a las municipales ante la aparición de otras fuerzas de su mismo espectro y perdía espacio político si se hacía ver demasiado en línea con el PSOE. Maíllo empezó a diferenciarse antes de lo que debería.
–En cualquier caso, existía una inestabilidad mucho menor de la que existe ahora.
–Sí, pero en la vida no hay nada para toda la vida. No hubiera sido mejor si se esperan unos meses. La tesis de que Susana Díaz es responsable de esta situación de inestabilidad, que es absolutamente marca PP, es falsa. La inestabilidad se produce porque hay unos partidos que no quieren aceptar los resultados que obtuvieron, sobre todo el PP. Quien provoca la inestabilidad es quien actúa irresponsablemente. Actuar con responsabilidad significa ahora abstenerse. Las fuerzas minoritarias no están planteando propuestas de gobierno, propositivas. Están volcando toda su energía en su propio libro. En la calle me encuentro con señoras muy preocupadas porque dicen, y son palabras textuales, «hay que ver lo que le están haciendo a esta mujer».
–¿Eso significa que dejará gobernar al PP si es la lista más votada en Sevilla?
–Una cosa es ser la lista más votada por un voto, y otra por 14 diputados, como es el caso de Susana Díaz. No es un asunto menor. No da igual. Existe una ley electoral que hay que cumplir. Y la ley dice que las alternativas de gobierno se conforman de entre los concejales que hayan surgido. El sistema de la lista más votada no vale, porque la lista más votada puede serlo por un voto. Se necesita un sistema ponderado, que puede incluir una segunda vuelta. Y, por cierto, el PP, que tiene mayoría en las Cortes Generales, ¿por qué no cambia la Ley Electoral?
–Lo que sí señalan desde el PP es que el PSOE, según está la situación, hubiera sido uno de los principales beneficiados de la reforma de la ley para que gobierne la lista más votada.
–No se llevó a cabo, en cualquier caso. Y lo que no se podía es hacerlo a seis meses de unas elecciones municipales. Sonaba a pucherazo. Sonaba a no me salen las cuentas y cambio la ley para que me salgan.
–¿Cuánto tiempo antes de las elecciones de 2012 cambió el PSOE la Ley Electoral para evitar que los alcaldes –la mayoría del PP– pudieran seguir siendo diputados?
–En ese caso, el PSOE sí tuvo un apoyo por parte de otra fuerza política, el de Izquierda Unida.
–¿A qué tipo de negociación está abierto si obtiene mayoría de gobierno? Ya señaló hace meses que no era proclive a la formalización de pactos.
–No he dicho nunca que no pactaré con nadie. Creo que voy a ser la fuerza mayoritaria, creo además que se debe pactar y consensuar con todas las fuerzas políticas porque vamos a tener un escenario diverso y los ciudadanos quieren que consensuemos. No es la situación actual, donde el Gobierno de Zoido no nos da ni agua. Para llegar a acuerdos y consensos voy a necesitar sentido común de quien se siente conmigo a hablar para entender que mi objetivo es gobernar en solitario, no cogobernar con otras fuerzas. Prefiero un Gobierno en el que los ciudadanos tengan claro que el programa de gobierno que ha sido mayoritariamente elegido se va a aplicar.
–¿En esos acuerdos descarta alguna formación?
–No, voy a hablar con todo el mundo.
–¿Qué escenario general prevé en la mañana del 25 de mayo?
–El resultado electoral va a marcar que las fuerzas minoritarias decidan acordar con una fuerza mayoritaria o con la otra. Una de las dos, PP o PSOE, serán mayoritarias. Hay una clave básica entre fuerzas políticas. Cuál es ascendente y cuál descendente.¿Las fuerzas minoritarias van a apoyar lo que Juan Ignacio Zoido ha perdido en Sevilla por su falta de gestión? Allá cada cual, pero es de una evidencia absoluta. Yo, si fuera el responsable de una fuerza minoritaria ascendente, trataría de acercarme a la fuerza mayoritaria que va en ascenso también.
–¿Su objetivo prioritario ha sido lavar la imagen del bipartito anterior PSOE-IU?
–No es un problema de lavado de imagen. Yo soy un proyecto político nuevo desde 2011. Hay quien no está dispuesto a romper el vínculo, pero el proyecto de los socialistas con Sánchez Monteseirín terminó en mayo de 2011, cuando se perdieron las elecciones. Ahí se abrió un nuevo capítulo.
–¿Cuál es su modelo de alcalde?
–Para mí, el modelo de alcalde o alcaldesa es el de alguien dispuesto a remangarse y trabajar en los despachos de la Junta de Andalucía, donde se toman decisiones favorables para su municipio. Y hay representantes del Partido Popular que lo hacen y lo han hecho. Van con sus propuestas y las pelean, y de ahí suelen salir acuerdos. Hay otros, que es el caso de Zoido, que hacen propuestas y ni siquiera se sientan. Simplemente envían una carta, a modo epistolar. Además, es que Zoido ha sido presidente del PP andaluz casi dos años y para su partido tenía que ser el ariete contra la Junta. Le salió mal.
–Una de sus propuestas bascula sobre la creación de empleo a través de los barrios. ¿El ayuntamiento tiene capacidad para hacerlo?
–Claro y le pongo un ejemplo. 48 millones de euros para parques y jardines. El Ayuntamiento adjudica ese presupuesto en cuatro grandes bloques donde se presentan grandes empresas. Si en vez de cuatro contratos a grandes UTE, se organiza un modelo distinto a través de pequeñas empresas o incluso cooperativas de gestión de servicios públicos en las que se maximiza el empleo, el resultado es muy distinto. Mi modelo intenta fijar el empleo a la raiz local.
–¿Proyectos como el Metropol Parasol o el tranvía, que fueron muy costosos para la ciudad los hubiera llevado a cabo si hubiera tenido responsabilidad de gobierno?
–El Metropol, las «Setas» de la Encarnación, es un proyecto icono para la ciudad.
–También es un icono del despilfarro.
–Sí, pero Zoido ha ido a Nueva York a poner a Sevilla junto a las «Setas».
–Las «Setas» costaron más de 100 millones de euros.
–Por eso no comparto el sobrecoste, pero creo que ahora hay que sacarle todo el valor posible para exprimir lo que ha costado. Si hubiera sabido que el coste iba a ser tan elevado por supuesto que no lo hubiera llevado a cabo. Pero hay que enmarcarlo en un momento determinado, sobre un proyecto que decía una cosa y la ejecución que luego ha sido otra cosa distinta. Esa obra tiene un error de base. O no se presupuestó correctamente o no se evaluó bien el coste de una infraestructura de este tipo. No voy a hacer más evaluaciones de lo que pudo ser y no fue. Dentro de 25 años pasará como con la Torre Eiffel, que nadie se acordará del sobrecoste y será el edificio más visitado de la ciudad. Zoido, además, ha tenido una actitud temeraria y de la deuda hay una parte que le corresponde a él por intereses de demora o intereses en costas. Yo hubiera segregado el pleito con Sacyr. Lo ha metido todo en un cajón y se ha creado una bola enorme.
–¿Puede garantizar la «normalidad»?
–Eso es lo que dice Zoido. Que es el garante de la normalidad frente a la anormalidad. Sé que se han cometido errores. Sé que se ha metido la pata, pero también sé que el PSOE es el único partido que ha transformado esta ciudad. A esa normalidad que dice defender Zoido yo la llamo atonía. Es una normalidad de cementerio. Estamos tan normales porque estamos muertos. Yo quiero la normalidad activa, la normalidad viva, la de gente que tiene proyectos y arriesga. La normalidad de Zoido es la de no gastar el Presupuesto. Zoido no ha conseguido ejecutar ningún año ni siquiera el 50 por ciento de su presupuesto de inversión. Por eso los sevillanos están enfadados.
–Muy parecido por tanto a lo que ocurre a nivel andaluz. En los últimos ejercicios el Servicio Andaluz de Empleo no ha pasado del 50 por ciento de ejecución.
–Yo estoy centrado en lo local y no me dedico a analizar los presupuestos de otras administraciones.
–¿A nivel municipal aplicaría la propuesta de Podemos de no operar con los bancos que desahucian?
–En mi etapa de consejero me dediqué a hablar mucho con los bancos. Con los bancos hay que hablar mucho más y pedirle mucho más compromiso social. Pero no es una cuestión de chantaje. La Administración tiene capacidad de negociación y puede decidir, a través de unos pliegos, si recurre a unas entidades u otras. Debe haber otros elementos de negociación. Por ejemplo, quiero que los bancos me digan cuál es su parque de viviendas vacías.
–Su perfil se acerca mucho al centro político. ¿Cree que puede pescar en barrios tradicionales de centro derecha?
–Más que en barrios, en personas, en profesionales. Creo que voy a despertar confianza en gente que votó a Zoido porque creía que era garantía de reactivación y eso no se ha producido. Veo empresarios emprendedores, profesionales liberales, gente que analiza la solvencia de mi programa. Parte de ese voto que tuvo el PP en 2011 puede ir al PSOE. Esa puede ser la sorpresa del 24 de mayo.
–De su perfil hay dos críticas. Que la labor de oposición ha sido blanda y que ha crecido en popularidad muy lentamente a pesar de encabezar un proyecto que inició hace cinco años.
–He analizado cuál era la estrategia más correcta para recuperar la confianza de la ciudanía. He detectado que teníamos un electorado muy harto de chillar. Muy harto de políticos dóberman y necesitado de gente que sea vista como un ciudadano más de a pie. Yo quería que se me viese como soy. Que se me vea como una persona que pertenece a un proyecto político nuevo, y eso significa superar que no se esté hablando constantemente de otra etapa histórica. Mi estrategia es pausada, serena. Yo voy a ser el hombre más feliz del mundo en la noche del 24 de mayo porque a mucha gente le voy a demostrar que partían de un análisis incorrecto de cómo ganar la confianza de las personas. Hay quien cree que la confianza se gana dando caña o con el «y tú más». Otros creemos en una estrategia de cercanía, de mirar a los ojos.
–¿Si el 24 de mayo no obtiene mayoría para gobernar, se planteará la dimisión?
–A partir del día siguiente, en función del resultado, me sentaría con la dirección de mi partido para analizar que hay que empezar otra etapa política en la ciudad, con otros mimbres.
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