Sevilla

La temperatura aumentará entre 1,6 y 3,9 grados en los próximos cien años

Andalucía experimentará un incremento de la temperatura entre 1,6 y 3,9 grados en los próximos cien años, según el estudio 'Escenarios locales de cambio climático', que refleja que las lluvias descenderán en algunos casos hasta en un 26,6% en la comunidad.

Estas son algunas de las conclusiones más relevantes de la última actualización de este estudio, una iniciativa impulsada por la Consejería de Medio Ambiente a través de la Red de Información Ambiental de Andalucía (Rediam).

La investigación persigue disponer de estudios espaciales y temporales para prever los cambios climáticos y sus efectos locales en Andalucía.

Según los investigadores, el carácter mediterráneo del clima de la región se acentuará tanto en su amplitud (meses secos y cálidos del año) como en su profundidad.

Esta es la variedad climática que actualmente ocupa la parte alta del valle del Guadalquivir, mientras la aridez se irá extendiendo desde unidades bioclimáticas más secas, ocupando enclaves frescos y húmedos, llegándose a producir una simplificación de la diversidad climatológica de la región.

En relación a las precipitaciones, las lluvias disminuirán de manera generalizada en todos los modelos y escenarios estudiados, en algunos casos este descenso llegaría al 26,6% a lo largo del próximo siglo.

Los escenarios locales de cambio climático pronostican qué climas propios del territorio andaluz se verán más o menos favorecidos, por ejemplo el aumento de días de calor condenará prácticamente a la desaparición al clima mediterráneo subtropical, que junto con el subcontinental de inviernos fríos serán dos de los más perjudicados.

Este último, con una reducción del 10,7%, se concentrará en zonas concretas de Sierra Morena.

Teniendo en cuenta los seis grupos de clima andaluz (mediterráneo oceánico, mediterráneo subtropical, mediterráneo subcontinental de veranos cálidos, de inviernos fríos, de montaña y subdesértico), las predicciones se construyen mediante los denominados modelos de circulación general, es decir, potentes simuladores meteorológicos que reproducen a nivel global las condiciones del clima.

Cada uno de ellos se ejecuta y nutre con datos como la evolución de la concentración de gases de efecto invernadero prevista en los escenarios económicos mundiales, asegura la Junta en un comunicado.