La Torre Pelli: peligro de ratonera

Ni metro, ni ampliación del Cercanías a Torretriana ni plataforma de transporte público. Las tres infraestructuras clave para amortiguar el «impacto» de la Torre Pelli en materia de movilidad son una utopía pese a que el rascacielos recibirá de forma «inminente» la licencia de primera ocupación. De todo esto alerta el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, en una reciente resolución, adelantándose al efecto que tendrá para Sevilla, y el entorno del ya saturado puente del Cristo de la Expiración, el edificio de 40 plantas y 178 metros de altura, el inmueble comercial adyacente y el aparcamiento subterráneo que se construye con cerca de 4.000 plazas.

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006 contemplaba la llegada de las líneas 2 y 4 del subterráneo, pero «ni siquiera está contratada» la construcción y del Cercanías «no hay ni el estudio informativo». Además, el Consorcio de Transportes mantiene paralizada durante años la plataforma que conectaría la estación Plaza de Armas con la comarca del Aljarafe, «ni se ha presentado el proyecto al Ayuntamiento».

Precisamente, el Consistorio planteaba que la pasarela ideada originalmente entre la avenida de los Descubrimientos y la calle Torneo se convirtiera en un puente destinado al tráfico rodado, ciclista y peatonal, pero la Consejería de Fomento y Vivienda ha emitido un informe desfavorable.

La previsión de finalización de las obras del rascacielos es el segundo semestre de 2014 y un estudio inicial avisaba de un flujo diario de entre 19.000 y 25.000 vehículos. «No se vislumbra una respuesta idónea y funcional, en términos de eficiencia, ante la inminencia dentro de unos meses de otorgamiento de la licencia de primera ocupación», avisa el Defensor del Pueblo, que reclama «alternativas» que, en coherencia con el objetivo de la sostenibilidad, den una respuesta eficiente en términos de movilidad.

Precisamente ayer, el Ayuntamiento aprobó inicialmente –con el rechazo de la oposición– la nueva ordenanza de circulación y que integrará la de peatones y ciclistas, zona azul y transporte público. Juan Bueno, delegado de Movilidad, habla de una situación «caótica» que «ya no existe», haciendo alusión a la derogación del Plan Centro, «un error de bulto para la ciudad» que Zoido abortó nada más acceder al cargo.

Antes de la implantación de la nueva norma se abre un periodo de alegaciones y hoy se presentará ante el Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS). Del borrador ya se ha corregido un artículo que permitía multar a los vehículos que llevasen más de cinco días aparcados sin ser utilizados por sus dueños. Entre los apartados más destacados, apuntar que la ordenanza delimitará «zonas de especial protección», peatonales y de velocidad limitada a 20 ó 30 kilómetros por hora; además, se limita de 20 a 15 la velocidad de la bicicleta, quedando reflejada «la prioridad de paso de los peatones».

Rechazo a la ordenanza local

Desde el PSOE, Juan Espadas insiste en que Zoido no tiene plan de movilidad, considera que se ha perdido la ocasión de convertir en «zona 30» todo el casco histórico y lamenta la «demonización» de la bicicleta. Una línea seguida por IU en el Pleno municipal.