Teatro
La vida sobre el escenario
De la dura enfermedad al gozo de la risa: «El Padre», con Héctor Alterio, protagonista del fin de semana en el Lope de Vega
Las naturalezas muertas fueron una de las alegorías habituales en el barroco. Empeñados en mostrar lo real hasta las últimas de sus consecuencias, los artistas de ese periodo sublimaron este género imprimiéndoles la carga simbólica de las vanitas con el paso del tiempo como principal tema compositivo. Los principales museos andaluces, también las iglesias si se sabe mirar bien en los retablos e interpretar lo que allí se encuentra, están repletos de este tipo de piezas en las que la putrefacción de una fruta señala directamente la caducidad de las vidas humanas. Más mundanos, The Beatles lo dijeron más claro y en coro: «You´ll be older too». Es decir, todos sabemos que esto se acabará en un momento u otro, pero con el añadido de la vejez en el mejor de los casos. Mientras tanto, también hay espacio para reflexionar sobre el paso del tiempo, las ausencias, la alegría y por qué no, para reírse de uno mismo con el buen humor del campo albaceteño. Proponemos varias opciones teatrales para pasar los primeros días del puente y no quedarse en casa pensando en la desesperación vital.
Todo esto de los bodegos viene como aperitivo de «El padre», escrita por Florian Zeller, que se representa en el teatro Lope de Vega de Sevilla hasta mañana. El argumento, como los cuadros barrocos, no deja dudas en el espectador. Un señor comienza a darse cuenta de los estragos de la enfermedad de Alzheimer mientras el mundo que le rodea comienza a desvanecerse lentamente. El montaje está dirigido por José Carlos Plaza y el papel principal lo interpreta Héctor Alterio, que a sus 86 años se puede decir que carga sobre sus hombros con el peso de la función. De entrada, hay que decir que no se trata de un texto fácil pero se muestra dentro del género de «farsa trágica», que con seguridad sea el que mejor se adapta a la existencia de los hombres. La función cabalga por los recovecos de una realidad que a veces es recta, otras curvas y a ratos desaparece delante de tus ojos. A Alterio lo acompañan en el escenario Ana Labordeta, Luis Rallo, Miguel Hermoso, Zaira Montes y María González.
Más mensajes potentes sobre el escenario. El Teatro Central acoge hoy la segunda entrega de la trilogía familiar que presenta la compañía belga Peeping Tom. En esta ocasión, se trata de Moeder/Madre, un montaje de danza que explora con una autenticidad brutal la construcción de la identidad desde distintos planos teniendo como referente a la progenitora. Música, ruido, luces, lecturas de textos; que servirán para dar cabida al duelo, el gozo o la desesperación. Moeder es un mundo por hacer, como el de nuestra propia memoria, que se teje progresivamente con discursos y experiencias. Kinderen/Hijos, será el plato final que aún debe cocinar Peeping Tom.
También sobre madres, hijos, soledades, poder y ambición trata el montaje «Reina Juana», que esta noche a partir de las 21:00 horas representa la actriz Concha Velasco en el Teatro Municipal Álvarez Alonso en Martos como parte de los actor organizados con motivo del Festival de la Aceituna. Poco hay que decir a estas alturas de la figura de Juana I de Castilla que no se haya contado desde la ficción, la historiografía y sobre todo desde la memoria popular. Una mujer devastada por el tiempo que le tocó vivir y que acabó los últimos años de su vida aislada en una fortaleza olvidada por su marido, su padre y su hijo. El personaje tiene un profundo relieve y es interpretado por Concha Velasco, que es soberana del escenario por derecho propio.
Con un tono menos solemne, en la sala La Fundición, hasta mañana se desarrolla una historia de ida y vuelta con la compañía Teatro del Gallinero, que presenta la tragicomedia «Paulina a secas». Un texto basado en la experiencia de una inmigrante argentina que huye de la crisis que vive su país para buscar un futuro mejor en España, pero al final encuentra los mismos problemas y controversias de los que huye. Por su parte, en el Teatro Alameda de Málaga, los actores Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla fomentan el humor absurdo que les hizo populares en este país hace diez años con el espectáculo «Viejóvenes». Ambos reivindican una manera de hacer reír al público siguiendo la estela de las grandes parejas humorísticas de los años setenta y ochenta. Cerramos con un drama que es a la vez un homenaje a Antonio Buero Vallejo. «Madrugada» ahonda en las profundidades humanas en el Teatro Góngora de Cádiz. Una obra que el autor concibió a comienzos de la década de los años cincuenta del pasado siglo con técnicas propias de la cinematografía que ahora se actualizan para presentar una nueva perspectiva de la dramaturgia contemporánea.
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