Sevilla
Las colectas parroquiales aumentan casi un siete por ciento pese a la crisis
La Archidiócesis de Sevilla presentó ayer su balance económico de 2012, «pionera» en transparencia porque «no hay nada que ocultar» como argumenta el arzobispo Juan José Asenjo. Sus resultados ya están integrados en la reciente auditoría que se ha realizado sobre las cuentas de la Conferencia Episcopal Española. El dato más significativo, dentro del contexto social actual, continúa siendo la solidaridad de los sevillanos. Pese todas las penurias o quizá por ellas mismas, las colectas parroquiales aumentaron en casi un siete por ciento hasta alcanzar los 3.708.776 euros (en 2011 esta partida de ingresos fue de 3.477.508 euros).
No obstante, hay que indicar que las aportaciones voluntarias se redujeron de forma mínima a 12,56 millones (en el año anterior fueron de 12,79 millones) por la bajada de las «suscripciones» y «otros ingresos de fieles».
Asenjo agradeció a los sevillanos que han hecho efectiva su ayuda a la Iglesia a través de la casilla de la Iglesia en el IRPF, así como por medio de las cuotas parroquiales y diocesanas. En los últimos años se ha experimentado un aumento de más de un millón de personas que colaboran con la Iglesia. «La gente percibe que estamos con los más necesitdos», dijo Asenjo.
Sevilla es especialmente generosa. El 45% de los declarantes pusieron la equis en la casilla de la Iglesia Católica (320.016 personas), diez puntos por encima de la media nacional. De los once millones que se recaudan en Sevilla por este concepto, la Archidiócesis recibe 5.660.894,16 y el resto se reparte entre las diócesis con menos ingresos, a través del Fondo Común Interdiocesano, lo que Asenjo califica como «comunicación cristiana de bienes».
El ecónomo Alberto Benito subrayó que la asignación tributaria «no se trata de un privilegio», ya que viene recogido en la Constitución Española. «La Iglesia le ahorra al Estado entre 8.000 y 10.000 millones, merces por ejemplo a la ingente labor de Cáritas».
Respecto al mantenimiento del patrimonio religioso, la Archidiócesis aclaró que desde 2011 no recibe ayuda pública. «Hacemos lo que podemos, creo que con mucha dignidad. No hemos parado ninguna obra significativa. Si de la Consejería de Cultura recibimos cinco, la Iglesia con la ayuda de los fieles y del Cabildo ha gastado veinticinco», explicó comparativamente Asenjo.
El balance económico consolidado se sitúa en 39.441.341,46 euros. Entre los gastos, el 32,71 por ciento (12.827.380,05 euros) se asigna a gastos de mantenimiento y funcionamiento, y el 22,25 por ciento (8.724.425,76 euros) a acciones pastorales y asistenciales. Llama también la atención los 7.213.093,74 euros comprendidos en el epígrafe «empleos extraordinarios», donde se recogen las inversiones en nuevos templos, programas de rehabilitación, convenios específicos, etc
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