Sanidad Pública
Las oposiciones del SAS siguen sin resolverse un año después
En 2007 el proceso selectivo se alargó hasta tres años, paralizando las posteriores convocatorias. CSIF denuncia que se tarden meses en corregir un examen y el retraso acumulado en la bolsa de trabajo
El 14 de febrero de 2016 se examinaron los últimos profesionales que aspiraban a lograr una plaza en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Culminaba así un proceso que había empezado dos meses antes y al que concurrieron 150.000 personas. El SAS acababa así con un paréntesis de ocho años en blanco, en los que los procesos selectivos habían quedado congelados. Las pruebas celebradas en 2007 constituyen el último antecedente: entonces los opositores debieron esperar cuatro años hasta saber definitivamente si alguno de los 1.500 puestos ofertados era finalmente suyo. Las oposiciones del año pasado acumulan de momento un año sin que los afectados conozcan su futuro. Las calificaciones de los 114 tribunales se publicaron en agosto; en noviembre se cerró el plazo para que quienes lo superaron acreditaran sus méritos profesionales. No obstante, las reclamaciones provocaron que se abriera un plazo extra –que finaliza el próximo febrero– para aspirantes aprobados tras sus quejas. Están en juego casi 3.300 plazas.
Estos exámenes comenzaron rodeados de polémica por la contratación de una empresa ajena a la Junta para que los realizara. El SAS convocó un concurso y eligió la propuesta más cara de las presentadas, con un coste de 1,49 millones de euros. Su decisión fue recurrida por otra de las compañías y suspendida cautelarmente, obligando a atender las pruebas con recursos propios de la Consejería. LA RAZÓN informó en su momento de la externalización del proceso, con un gasto muy elevado, calculado sobre una previsión de 300.000 aspirantes, que finalmente se quedaron en la mitad. Desde la Consejería de Salud aseguraron que podían afrontar el proceso con medios propios, pese a que se ha demostrado que está afectando al normal desarrollo de la actividad en el SAS. Así lo denuncia el sindicato CSIF, alertando de que el «colapso» se ha trasladado también a la gestión de la bolsa de trabajo, retrasando su actualización –pactada para diciembre–. Esto, según CSIF, impedirá que en junio, cuando se producen el 90% de las contrataciones en bolsa para cubrir el verano, esté actualizada. «El consejero dijo que tenía medios para gestionarlo, pero la realidad muestra que no pueden gestionar ambas de manera paralela», critica el vicepresidente de Sanidad de CSIF, Juan Castillo, quien sostiene que la Consejería alegó en la Mesa sectorial «problemas informáticos» para justificar los sucesivos retrasos. «Aseguran que el servidor no es capaz de asumir a la vez la bolsa y la oferta de empleo público», insiste.
Según Castillo, «llevamos el mismo ritmo que en 2007, pero con la diferencia de que entonces no se había suscrito un compromiso de agilidad en la Mesa». Los exámenes se corrigen con una plantilla de respuestas informatizada. «Corrigiéndolos a mano hubiéramos terminado antes», ironiza. En este sentido, denuncia el «incumplimiento sistemático» de los compromisos adquiridos en la Mesa sectorial y las explicaciones «poco creíbles» para justificarlo. «Todas las fechas que el SAS ha ido comunicando sobre la oferta de empleo público (OPE) se han incumplido. A partir de ahora no le vamos a dar credibilidad ninguna», zanja. Esto ha ocurrido con el cronograma del año pasado, según el cual los nuevos profesionales debieron tomar posesión de sus plazas en septiembre. Cuatro meses después, todavía se mantiene abierta la fase de concurso. Algo similar está sucediendo también con la oferta correspondiente a 2016, cuya celebración es todavía una incógnita. «No sabemos aún ni la fecha ni cuántas personas se han inscrito», critica CSIF.
La Consejería de Salud, por su parte, sostiene que actualmente se encuentra baremando los méritos de los opositores que superaron el examen y no confirma ninguna fecha sobre la toma de posesión de los futuros funcionarios.
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