Sucesos

Los cuatro encubridores del asesinato de El Ejido, en libertad

La familia reclama que se modifique la Ley del Menor

Familares y amigos del joven se concentraron ayer en la Ciudad de la Justicia de Almería
Familares y amigos del joven se concentraron ayer en la Ciudad de la Justicia de Almeríalarazon

Familiares y amigos del joven marroquí de 18 años asesinado en El Ejido, presuntamente a manos de dos menores de 14 y 16 años, se concentraron ayer frente a la Ciudad de la Justicia de Almería para reclamar un cambio en la Ley del Menor y que caiga sobre ellos todo el peso de la justicia.

Familiares y amigos del joven marroquí de 18 años asesinado en El Ejido, presuntamente a manos de dos menores de 14 y 16 años, se concentraron ayer frente a la Ciudad de la Justicia de Almería para reclamar un cambio en la Ley del Menor y que caiga sobre ellos todo el peso de la justicia. En declaraciones a Efe, una de las hermanas de la víctima reclamó que sean «castigados por criminales que son, y no por menores». «Ellos son niños, pero mi hermano también era un niño» y merece «justicia», dijo la joven, acompañada de varios familiares y amigos de la víctima.

Mientras en el exterior de la sede judicial se producía la concentración, el juez de Menores decretó la libertad vigilada para los cuatro adolescentes acusados de encubrir el asesinato, ya que admitieron que conocían los hechos, ocurridos el pasado 18 de noviembre, aunque ninguno participó en ellos.

El cadáver del joven Nasr, que nació en Tánger pero que llevaba en España desde los 2 años, fue encontrado el pasado 16 de diciembre en las proximidades del camping de Almerimar, casi un mes después de su desaparición.

Los dos menores de 14 y 16 años arrestados como presuntos autores materiales del asesinato fueron internados el jueves en un centro de régimen cerrado tras admitir el crimen, si bien uno de ellos aseguró que no llegó a asestar ninguna de las numerosas puñaladas que acabaron con la vida del joven, al que conocían desde hace tiempo.

Fuentes consultadas por Efe explicaron que, al parecer, el crimen tuvo lugar después de una discusión por unas «desavenencias» en torno a unas videoconsolas, unos teléfonos móviles y unas bicicletas, con las que se dedicaban a «trapichear».