Madruga (a la fuerza) el Sevilla

El 26 de julio. Una fecha como otra cualquiera, excepto si es la del comienzo de la competición oficial para un equipo de fútbol cuyo objetivo es cerrar la campaña... dentro de más de diez meses. El 29 de mayo de 2019 puede que estemos todos muertos, preferiblemente no, y hasta ahí quiere prolongar el curso, final de la Liga Europa en Bakú (Azerbaiyán), un Sevilla que esta noche disputa en el Sánchez Pizjuán (21:45 horas) la ida de la segunda ronda previa del torneo en el que reina con cinco entorchados. El rival es el Ujpest Dozsa de Budapest, un equipo con más historia que presente y que, en condiciones normales, no debería amargar el debut de Pablo Machín.

En los años setenta, el Ujpest encarnó la segunda era dorada del fútbol húngaro, no tan brillante como la protagonizada por Kubala, Puskas y Kocsis en los cincuenta pero ciertamente estimable: con Fazekas, Bene y Antal Dunai –luego entrenador del Betis– en su delantera, llegó a la final de la Copa de Ferias y a unos cuartos de final de la Copa de Europa de la que lo apeó el Bayern de Beckenbauer. Pero todo esto es pasado bien pasado, muy remoto. Hoy, se trata de un rival muy asequible con un plantel descapitalizado por la fuga de talentos precoces que sufre Hungría y que sólo halla consuelo en el rendimiento de jóvenes africanos como los nigerianos Nwobodo y Onovo o el maliense Diallo.

La eliminatoria, por tanto, debería constituir un precalentamiento más o menos cómodo para un Sevilla que se presentará ante su gente con el recuerdo del 1 de agosto de 2013, cuando otra intempestiva ronda previa frente a los montenegrinos de Mladost, ante 40.000 espectadores enfervorecidos, fue la rampa de lanzamiento hacia los tres últimos títulos continentales de la entidad. Por la novedad, o más bien por la novelería, el ambiente será de gala esta noche en Nervión para ver qué cocina este Machín del que tan bien se habla.

El entrenador soriano no ofrecerá hasta esta misma mañana la lista de convocados, ya que lo heterodoxo de la fecha invita a la reflexión. Por ejemplo, Jesús Navas sí está en condiciones de jugar tras haberse perdido el final de la temporada pasada, al contrario que un Ibrahim Amadou que ha ilusionado en los amistosos pero que sufre unas molestias que aconsejan prudencia. Los recién fichados Sergi Gómez y Joris Gnagnon tampoco deberían jugar y persiste la duda de los mundialistas, gente incorporada hace unos días como Mercado, Kjaer, Banega y Muriel que, en teoría, está apta para el servicio aunque sólo jugarían en caso de ser estrictamente necesario.

Sí presentará la primera alineación oficial de Machín dos novedades que se pueden considerar como tales a pesar de que ambos futbolistas figuraron en la plantilla sevillista en la segunda vuelta de la temporada pasada: los casi inéditos Roque Mesa y Guilherme Arana. El mediocentro canario, a falta de Banega y Nzonzi, llevará el timón del equipo y el lateral brasileño se ha beneficiado del sistema de carrileros que emplea su entrenador para adelantar a Escudero, al menos en esta fase inicial. Con estos mimbres, por ahora, debe ir el Sevilla pasando rondas a la espera de compromisos más exigentes.