Artistas
Málaga recupera el ambiente y la mirada del niño Picasso
El museo acoge una exposición sobre los primeros pasos del artista y la historia de la ciudad en el XIX
En la cima del arte universal, dedicado a la cerámica, a saborear la vejez con los ojos pícaros y el cigarrillo en la boca, Picasso volvió la vista a los años de su infancia en Málaga y recordaba los primeros trazos de su vida pintora. Genio desde la cuna, el artista había seguido la senda opuesta a la lógica de la evolución profesional. «Desde niño pintaba como Rafael, pero me ha llevado toda una vida poder pintar como un niño». Una sentencia acuñada desde el final del túnel en cuyas paredes resuenan el eco de las épocas que hicieron enmudecer al mundo durante gran parte del siglo XX y hoy siguen asombrando a todos. Picasso se mantiene como el fuera de serie que cambió el devenir de la historia del arte desde la puerta de un burdel y una exposición quiere reivindicar sus primeros años en la ciudad andaluza. Se trata de una muestra para conocer los orígenes del pintor clave para entender el arte contemporáneo.
El Museo Picasso de Málaga confronta desde ayer en su nueva exposición temporal al artista a través de obras del propio Picasso y de maestros que le precedieron, además de documentos sobre esa Málaga de fines del XIX.
«No podemos separar el nombre del pintor de su ciudad, ni de los problemas de esa ciudad, ni del entorno familiar», subrayó en la presentación Rafael Inglada, comisario de esta exposición que permanecerá instalada hasta el próximo 9 de junio. En este entorno hay una figura fundamental para Inglada, el padre del artista, y es que a su juicio «es una gran injusticia que cuando se habla de los maestros de Picasso se excluya a José Ruiz Blasco».
«Me interesaba el lenguaje entre Picasso y los maestros que le antecedieron, que eran amigos de su padre, y cómo Picasso ve a su propio padre», añadió el comisario. La exposición «pretende demostrar que Málaga nunca fue una simple anécdota para Pica-sso», según Inglada, que resaltó cómo el artista, «con 60 ó 70 años, volvía de nuevo la mirada hacia sus orígenes, porque tenía una memoria prodigiosa y recordaba muchos detalles de su infancia». El título de la muestra, «Picasso de Málaga», alude a la dedicatoria que el artista autografió sobre el menú de un hotel francés cercano a la frontera española en 1954.
Por su parte, el director artístico del Museo Picasso, José Lebrero, apuntó que se «ofrece un viaje a lo que pudo ser la ciudad hace 120 años» y muestra «al Picasso antes de Picasso, antes de la época azul y de la época rosa». Son 52 obras de Picasso, 34 de otros artistas y 110 documentos que confrontan, por ejemplo, un lienzo de un palomar obra de Ruiz Blasco y el cuadro «Tres palomas», de su hijo, además de reunir una galería de retratos familiares en los que el malagueño plasmó a sus padres, su hermana Lola o su tía Pepa. También se han unido por primera vez la visión del puerto de Málaga a cargo de Emilio Ocón y Rivas, la copia de esta obra que hizo Ruiz Blasco y la interpretación de la misma que hizo un Picasso que contaba apenas 8 ó 9 años.
✕
Accede a tu cuenta para comentar