Más de 70.000 hectáreas de terreno forestal arrasadas en una década

Una superficie similar a 140.722 campos de fútbol ha ardido en Andalucía en la última década. Según los datos de la Consejería de Medio Ambiente recopilados en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020, entre 2007 y 2013 ardieron en la comunidad cerca de 55.200 hectáreas. En 2014, fueron unas 20.000; y en 2015, más de 14.000. Este año, hasta principios de agosto, van unas 1.170. En los últimos diez años, 70.360 hectáreas arrasadas. La mano del hombre está detrás del 94% de las incidencias, según los datos del Infoca. Los picos más altos registrados en la comunidad de 1987 a esta parte han sido en 1991 con más de 45.000 hectáreas afectadas; y 2004, con más de 40.000. Si se mantiene la tendencia actual, 2016 puede ser uno de los mejores de la última década en cuanto a superficie arrasada. En agosto han proliferado los focos, especialmente en la provincia de Málaga –La Viñuela, Benahavís, Manilva o Mijas– pero han sido incendios menores. Uno de los más importantes se registró en el municipio onubense de Nerva y superó en poco las 100 hectáreas.

La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio cifra la superficie total afectada en 2007 en 4.388,30 hectáreas, con 818 actuaciones; 168 incendios; y 650 conatos. En 2008, ardieron 2.264,77 hectáreas; con 776 actuaciones; 134 incendios; y 642 conatos. En 2009, la superficie quemada ascendió a 12.377,42 hectáreas; las actuaciones fueron 1.023; los incendios, 215; y los conatos, 808. En 2010 el descenso fue significativo: 932,74 hectáreas; 548 actuaciones; 113 incendios; 435 conatos. El año 2011 registró 2.356,96 hectáreas quemadas; 766 actuaciones; 128 incendios; y 638 conatos. El año 2012 volvió a ser un ejercicio trágico: 10.802,07 hectáreas ardieron; hubo 898 actuaciones; 180 incendios; y 718 conatos. En 2013, las hectáreas quemadas bajaron a 2.127,78; las actuaciones cayeron a 790; hubo 162 incendios en la comunidad; y 628 conatos. En 2014, según la Junta, se registraron 245 incendios forestales con un total de 19.931,19 hectáreas afectadas.

En lo que respecta al pasado ejercicio y el presente, el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, destacó recientemente que la temporada de incendios forestales va «razonablemente bien» ya que a estas alturas la superficie afectada por el fuego ha caído al 10% respecto a la arrasada el año pasado. En 2015, precisó, por estas fechas, la superficie quemada se cifraba en 14.000 hectáreas, debido fundamentalmente a los incendios de Quesada (Jaén) –debido a los rayos de una tormenta y que provocó una situación de gran dificultad en estos casos al generar decenas de fuegos a la vez– y Lújar (Granada) que asolaron cerca de 12.000 hectáreas de alto valor ecológico. Este año apenas si se llega a las 1.000. Al margen de esos dos grandes fuegos, la superficie afectada por las llamas en los primeros meses es más de un 50 por ciento inferior a la de 2015. Desde la Consejería de Medio Ambiente destacan que el Infoca «está haciendo un trabajo ejemplar».

El Plan Infoca, que depende de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, ha registrado 1.169 hectáreas arrasadas por incendios forestales, casi la tercera parte de la media de la temporada de alto riesgo (los siete primeros meses) de los últimos diez años, esto es, 3.284 hectáreas. Las precipitaciones registradas en mayo llevaron la media de lluvias al intervalo de los últimos años. Por tanto, el tiempo ha ayudado pero no es la única razón del descenso en los incendios. Suben, por contra, los conatos. En lo que va de año, el Infoca ha registrado 324 incidencias, una cifra algo inferior a la media de 370 actuaciones del mismo periodo de la última década. De esta cifra, un total de 267 se consideran conatos debido a que no se superó la hectárea quemada. Otros 57 sí entran dentro de la clasificación de incendio forestal. El 83% de los fuegos queda en conato. La media nacional es del 65%, según el Plan Infoca.

Entre los municipios más afectados este año sobresalen Jerez o Andújar, Aznalcázar, sobre todo en el corredor del Guadiamar; Córdoba capital o Jaén, en este caso por actos vandálicos.

El tiempo de respuesta, la tecnología para controlar el avance de las llamas, la capacidad de personal –el Infoca dispone de analistas que prevén hacia dónde se dirigirá el fuego en función de las diferentes variables ambientales y el terreno o la hora del día–, son otros factores que determinan una actuación contra un incendio.

La gravedad de un incendio se mide en la superficie afectada, en los daños humanos y en la calidad del monte quemado. El Plan Infoca cuenta con un presupuesto de 164 millones, la plantilla está formada por unos 4.700 efectivos. Aunque la temporada de alto riesgo comienza el 1 de junio y finaliza el 15 de octubre, los fuegos que se producen en Andalucía tienen lugar fundamentalmente en época estival. Las altas temperaturas, la escasa humedad y la importante extensión de superficie de matorral y de arbolado de la región son factores de riesgo de los incendios, de los cuales sólo un 5% (valor aproximado, según los años) se deben a causas naturales. Por ejemplo, en 2012 se produjeron 898 incendios, de los cuales el 41,3% fueron intencionados, el 34,6% negligencias y el 2,2% por motivos naturales; el 21,9% restante se debe a causas diversas (desconocidas, accidentales, etc.), según el informe de desarrollo rural de la Junta.