Europa

Italia

Mediterráneo

La Razón
La RazónLa Razón

El viernes veía en La Sexta una entrevista que le hacía Sardá a Juan Manuel Serrat, que está de nuevo en gira con un espectáculo con el que le rinde recuerdo y homenaje al disco que lo encumbró como rey de los cantautores en lengua española, «Mediterráneo». La canción que da título al maravilloso disco está incluida en todas las listas que se hacen con las 10 mejores canciones de los últimos 50 años. Tiene méritos de sobra para tal reconocimiento. Al tiempo, los tripulantes de un barco perteneciente a una ONG, recogían de las aguas del citado mar –ése que es cuna de las más grandes culturas, de las más grandes epopeyas, de los más grandes imperios, incluso de las costas donde atracan los más lujosos yates, con las playas de más alto nivel, de las más populares, patria de la mejor y más sana cocina y de no sé cuántas grandezas más– a más de 600 migrantes que estaban en distintas embarcaciones que corrían peligro de naufragar. Repito, 629 seres humanos, entre ellos más de un centenar de niños, muertos de frío, de hambre, de sed. La embarcación que los recogió llevaba alimentos y medicinas de urgencia porque se dirigían al puerto más cercano de Italia. El nuevo Gobierno italiano haciendo honor a lo prometido en la campaña electoral de expulsar a más de 500.000 «sin papeles» y no permitir más entradas, salvo las que sean legales, se niega a recibir el barco en ningún puerto del país y, como si fuera un cargamento de melones en mal estado, decide que sea Malta la que acoja el cargamento. También el Gobierno maltés decide no acogerlos. La negación de auxilio a una persona, en una calle, carretera o en el mismo mar, puede convertirse en un grave delito en España y en toda Europa. Estas leyes obligarían a un Estado de derecho al auxilio inmediato. En este gravísimo acto de la menor humanidad, el presidente del Gobierno español, decide la acogida de la embarcación que tiene el nombre de «Acuariaus», pero que podría llamarse «Exodus». Se hablará de postureo, de oportunismo... Me da igual si con ello se salvan 629 personas y que, una vez instaladas, si no es el paraíso lo que encuentran, que al menos encuentren la dignidad que todo ser humano merece.