Política
El mensaje de la salida de la crisis barre las críticas del PP-A a la corrupción
Juanma Moreno pide a los indecisos que no se jueguen el futuro a la «ruleta rusa» y afea a Albert Rivera que prometa el cambio cuando «está apuntalando lo peor de 34 años de socialismo rancio» en la comunidad.
El presidente del Gobierno culminó ayer en Sevilla una «turné» en la comunidad de tres días y cuatro provincias. Empezó en Palos de la Frontera (Huelva) y terminó en el Muelle de las Delicias de la capital hispalense. El mitin se desarrolló en la terraza de un restaurante junto al río Guadalquivir, con un aforo discreto que se llenó veinte minutos antes de que comenzara el acto; y con un efectivo tiro aéreo de cámara que consigue –es el empeño de todos los partidos– el milagro de los panes y los peces en el corte del telediario.
Antes del mitin, el presidente del PP, acompañado del líder regional de la formación, Juanma Moreno, y de otros dirigentes del partido como Juan Ignacio Zoido y Juan Bueno, dio un breve paseo por el centro de Sevilla y visitó la residencia de ancianos San Juan de Dios. Le entregaron una bufanda de Sevilla FC y fue lo primero que mencionó más tarde cuando tomó la palabra en el Muelle de las Delicias. «Hoy me han regalado un bufanda del Sevilla y el otro día una del Betis –hace dos semanas en su visita a Tomares–. No me metáis en líos. No quiero más problemas que los que tengo. Que conste que soy de los dos, del Sevilla, del Betis... y de los otros también».
Rajoy, como Juanma Moreno, se centró en el mensaje de la recuperación, el milagro económico, la solidez del proyecto popular y los riesgos de la marcha atrás si el PP no consigue ganar las elecciones. Éste es el discurso omnipresente del Partido Popular en estos cinco días de campaña, sumado a la pretendida falta de solidez del resto de aspirantes. La «ruleta rusa» a la que se refirió Moreno cuando apeló al voto del cuarenta por ciento de indecisos que serán claves para el resultado final. «Tengo claro lo que van a votar los que aún no han decidido el voto, porque no quieren jugarse el futuro a la ruleta rusa. Si votan a Rivera pueden hacer presidente a un señor del PSOE y si votan al PSOE pueden hacer presidente a un señor de Podemos y si votan a Podemos no se sabe lo que puede pasar».
La economía, la recuperación, el volteo de la crisis –«España es el país que más ha crecido de Europa, a ver quién se atrevía a pronosticar esto en 2012», deslizó Rajoy al final de su intervención– o el horizonte de oportunidades. Sobre estos raíles ha montado la campaña el PP, que ha enterrado de paso otros discursos más agresivos como las críticas a la corrupción.
Era difícil imaginar hace unos años que en un mitin del PP en Andalucía no se pronunciara la palabra ERE. Pues ayer ocurrió. Y es la tónica habitual en toda la campaña.
En Andalucía el número de casos de corrupción que afectan a la Junta ha crecido notablemente en el último lustro. A los ERE se sumó primero Invercaria y luego formación o los avales de IDEA. Sin embargo, la dirección del PP hace tiempo que entendió que con la corrupción no se ganan elecciones. Si la referencia a estos casos en la última campaña de las autonómicas fue limitada, en la de las generales es nula. Moreno, como Rajoy, quieren vender optimismo, estabilidad, seguridad – «qué importante es la seguridad», abundó Moreno– y eficacia en la gestión. «Venimos con las cuentas claras. Hace cuatro años nos disteis un mandato que era sacar a España de la ruina y hemos cumplido nuestro mandato, nuestra palabra», abundó Moreno, quien sí se distinguió de Rajoy, que mantuvo un tono más institucional, en el ataque severo a Ciudadanos.
Volvió a referirse a PSOE, Podemos y Ciudadanos como el «trío lalalá» y, en relación al papel de C’s en Andalucía dijo: «Cómo se explica que Albert Rivera hable de cambio si está apuntalando lo peor de 34 años de socialismo rancio en Andalucía», «cómo explica Iglesias cuando habla de democracia si es compañero de viaje de Maduro en Venezuela».
La «mano amiga» de Rajoy
Juanma Moreno agradeció a Rajoy la «generosidad impecable» del Gobierno, una «mano amiga» con la que, según dijo, ha contado Andalucía. Rajoy respondió asegurando que va a seguir viniendo a Andalucía y ayudando a la comunidad. «Voy a mantener mi compromiso con Andalucía. He hecho cuanto he podido para solucionar los problemas que tenían otros», en referencia al Gobierno socialista de Susana Díaz.
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