No habrá referédum para decidir la Feria de 2018 pero sí otras consultas

Espadas ve factible repetir el formato de siete días y abordará la decisión con organizaciones y grupos políticos

No habrá otro referéndum. Juan Espadas considera que los sevillanos ya se pronunciaron en su día de forma positiva respecto a la ampliación de la Feria. La decisión sobre la de 2018, no obstante, se debatirá con otros colectivos y con los grupos políticos, ninguno de los cuales se opone al nuevo formato de partida.

La propuesta sobre el calendario, el día festivo y la reorganización de casetas para aumentar su número será llevada previsiblemente al pleno que se celebre en junio o julio. La idea es que los operadores turísticos tengan «fechas ciertas para programar a largo plazo». Porque nadie en el Gobierno local pone en duda el «éxito» de la Feria de 2017, con datos económicos «enormemente positivos».

«Primero hay que escuchar, como hicimos con los ciudadanos en la consulta, y ahora se hará con los colectivos y con los grupos municipales, que aprueban en el Pleno el calendario. Sondearemos y después haremos una propuesta de fechas, sobre el festivo y también sobre la distribución física de las casetas, ante la apuesta por una ampliación», explicó ayer Espadas. Se tendrá en cuenta la opinión de colectivos, organizaciones y entidades, entre otros, teniendo en cuenta los consejos de participación municipales. Vamos a hablar con los grupos y ver el interés general de la ciudad. No se trata de lo que le gusta a cada uno, sino del interés general», sentenció.

«Aquellos que votaron que no se hiciera una consulta y que encima criticaron que se hiciera ahora están recogiendo firmas para hacer otra consulta», criticó el alcalde. A su juicio, hay quienes han criticado la Feria de 2017 «sin argumentos», pues «quien ha gastado más en la Feria es porque ha querido, porque a nadie se le obliga», concluyó.

El portavoz del grupo popular, Alberto Díaz, pidió «un debate sereno para reflexionar sobre el modelo de fiesta que queremos y llegar a un equilibrio entre una Feria que gire en torno a las cifras económicas y al turismo y otra que respete las tradiciones e idiosincrasia de los sevillanos». En la misma línea se pronunció el portavoz de Cs, Javier Millán, quien instó a que la Feria, que «se hizo larga», conjugue «economía e identidad» y apuntó como puntos negros la «venta ilegal de alcohol y la quema de coches».

Por su parte, el portavoz municipal de IU, Daniel González Rojas, criticó el «empeño» de diferentes sectores de la ciudad por generar «una polémica estéril» en torno a la duración de la Feria y «así ocultar el debate de fondo», tiene más que ver con la falta de casetas públicas y con la necesidad de revertir un modelo que «hoy por hoy resulta bastante elitista y excluyente». Un posicionamiento compartido por la portavoz de Participa, Susana Serrano, quien sí valoró el éxito del formato actual.