Córdoba

Patios de Córdoba: El último día, remitió el calor

Ha habido que esperar catorce días para que el calor dé un respiro a los Patios de Córdoba y a sus miles de visitantes, que viven hoy la jornada más fresquita desde que se inició el concurso el pasado 5 de mayo, a pesar de que sea la última.

El cansancio ya se notaba en los rostros de los esforzados propietarios de estos singulares recintos, considerados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y que han sido visitados por miles de personas de todo el mundo estos días.

Los propietarios, que cuidan con mimo la colorida flora que puebla los patios, han pasado dos semanas de puertas abiertas, con sus casas expuestas como si fueran un museo, escrutadas y al alcance de las miradas de medio mundo.

"Los visitantes se comportan generalmente bien, hay algunos que tocan mucho las plantas, pero es por curiosidad. El ser humano tiene tendencia a tocar lo que tiene delante", explica Manuel Cachinero, propietario del patio de Calle La Palma, ganador del primer premio en la categoría de Arquitectura Antigua.

Cachinero destaca que este año se ha notado mucha afluencia de público extranjero, especialmente francés, aunque en cuanto a visitantes, dice que ha estado al nivel del año pasado, el primero tras la obtención del título de la UNESCO.

A la hora de canalizar la afluencia, que califica de "impredecible", este propietario opta por dosificarla en grupos de 30 personas, para que así disfruten del patio y no tengan que verlo con prisas.

El suyo ha obtenido este año el primer premio tras 21 años participando en el Concurso de Patios, al que han concurrido en esta edición un total de 55 de estos recintos y que en Arquitectura Moderna ha distinguido al patio de la calle Barrionuevo 22.

El concurso ha entregado también una mención de honor al patio de la calle Marroquíes, uno de los más famosos y más premiados en la historia del concurso.

El patio de Marroquíes, en el barrio de Santa Marina, ha sido estas semanas un hervidero de turistas, curiosos y visitantes, que se paseaban por sus estrechas calles -el recinto es una comunidad de vecinos, casi un barrio dentro de un barrio- entusiasmados por la flora que lo adorna, una auténtica explosión de color, en cuyo cuidado trabajan varias personas, entre ellas Carmen Álvarez.

Álvarez dice que ha sido una edición con mucha afluencia de visitantes y con mucho calor, aunque como todos los propietarios, asegura que del calor ya se ocupan ellos, arquitectos de estos pequeños microclimas.

Para Carmen, el año pasado fue el de mayor afluencia, aunque este año las calles de este peculiar recinto no han tenido tampoco respiro.

Sobre su premio, Álvarez destaca que ha sido un reconocimiento por el trabajo y por los premios que ha conseguido este patio a lo largo de los últimos años.

Una vez finalizado el concurso, la capital cordobesa se prepara en los próximos días para albergar la Feria de Nuestra Señora de la Salud, que comenzará el próximo viernes y que durará nueve días.