Literatura

Andalucía

Pere Gimferrer: «Una vida no se hace dentro de un grupo»

Pere Gimferrer: «Una vida no se hace dentro de un grupo»
Pere Gimferrer: «Una vida no se hace dentro de un grupo»larazon

Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) atiende a la prensa en un mullido sofá después de la presentación de su último libro, «Las Llamas» (Fundación José Manuel Lara), en la biblioteca del hotel De las Letras en Madrid. Calza unas botas cortas y negras que sobresalen del pantalón y mira desde el fondo de los gruesos cristales de sus gafas de pasta, donde cuesta distinguir las pupilas. Tras ellas, habla de poesía, de la muerte y de la situación en Cataluña..

–Aurora Egido, la autora del epílogo de su último libro, acaba de decir que hace cincuenta años usted era «el rey del mambo».

–Bueno eso nos más que una broma de una compañera, pero hace cincuenta años en la Universidad de Barcelona había otras personas a las que valoro mucho. Estaba la propia Aurora, que ya anunciaba lo que iba a ser luego, y otras personas de grandes talentos.

–¿Qué queda ese joven?

–Pues soy la misma persona, o por lo menos soy el mismo escritor.

–Acaba de decir que la vida es juventud y muerte, no se ha referido al término vejez. ¿Le da miedo la muerte?

–Pues es difícil decirlo, tener miedo no sé si me refleja, Unamuno en toda su obra no habla más que de esto pero no creo que tuviera miedo a sentirla, sino que él quería existir.

–¿Y Pere Gimferrer?

–Bueno, de momento existo, que ya es algo.

–También han hablado del misterio de su poesía. ¿Cuál es?

–Pues supongo que es el que existe en toda poesía, cuando uno se propone hacer algo que no ocurre en la vida cotidiana. En ciertos lenguajes filosófico, el misterio consiste en el cómo, sin usa cosas ambiguas como el sol, la luna o el color en la pintura, sino cosas que tiene algo que decir por sí mismas. Entonces llega el momento de cómo usar estos elementos, esto está ya en Dante y antes en Virgilio. Si se consigue utilizar las palabras como se usan los colores y los sonidos logras una meta inherente a la poesía.

–Después de más de medio siglo de escritura, ¿se considera ya un maestro para las generaciones de nuevos poetas?

–Bueno, no sé si estos es así pero es cierto que hay poetas que me admiran, pero preferiría que no se me parecieran, aunque puedan sonar parecidos es verdad, no son lo mismo. Les ocurre lo mismo que a mí, que a veces sueno a poetas que gustan.

–¿Qué queda de aquellos novísimos de José María Castellet?

–Una vida no se hace dentro de un grupo, si no dentro de mí, en soledad, con mis libros, con mis películas, con el arte, con mi propia vida. Es decir, he hecho el camino de vida a solas pero acompañado por personas, libros, países, idiomas, pero siempre a solas nunca al calor de un grupo o movimiento literario.

–¿Le interesa la soledad?

–Yo aquí hablo de la soledad literaria, no la humana. Sobre estos hay dos poemas distintos. Uno de Machado: «En mi soledad/he visto cosas muy claras/que no son verdad». Otro de Juan Ramón Jiménez: «La soledad está sola. Y sólo el solo la encuentra que encuentra la sola ola al mar solo que se adentra».

–Usted es un poeta catalán, estamos en Madrid, acaba de publicar un libro es español con una editorial que tiene su sede en Sevilla. ¿Qué opinión tiene sobre lo que sucede en Cataluña en este momento?

–Lo que está sucediendo, está sucediendo y por lo tanto no ha terminado. Creo que las posibilidades de diálogo, que empezaron con Menéndez Pelayo y luego a comienzos del XX por Maragall y Unamuno no tuvieron continuidad en parte por la cultura de la guerra. Más cercanos en el tiempo, cada una de las dos partes ha infravalorado a la otra, ha previsto su reacción y ha creído que ésta tendría un efecto que no siempre ha tenido. Son acciones muy distintas, pero tienen en común no saber cuál será el siguiente movimiento de la otra parte.

–¿Cómo cree que va a terminar todo esto?

–Pues es muy difícil de prever, pero no descarto que se pueda enquistar definitivamente. Si ocurriera eso, una de las dos partes terminaría su carrera política. No lo creo, pero el futuro no se sabe porque cada día ofrece novedades.

–Por cierto, ¿dónde están los intelectuales?

–¿Usted cree que no los hay? No creo que no haya, por ejemplo está José Álvarez Junco. No hay muchos, pero tampoco había tantos en el pasado. Podría nombrarle algunos más en la actualidad, pero hace un siglo sucedía lo mismo. El intelectual no es una cosa que abunde. Hay una cosa común entre España y Cataluña, pero que no sucede en otros países como el Reino Unido, Francia o Italia, y es que se publican muchos libros sobre lo que se supone que es España o Cataluña. Hay algunos publicados, pero ninguno se publican tantos libros pensando qué demonios es cada una de las dos partes.

–¿Y usted tiene claro lo que es España y lo que es Cataluña?

–No he dedicado a meditar sobre esto, pero no estaría muy alejado de los puntos de vista de Álvarez Junco.