Córdoba

Remedio contra los remilgos

Se cierran contrarreloj los pactos municipales, ya que el deadline del sábado es inamovible por ser el día en el que se constituyen los ayuntamientos, y no es casualidad que el desbloqueo del Presupuesto de la Junta de Andalucía se vaya atisbando con idéntica velocidad a la que se acerca el fin de semana. Vox va a cobrar el levantamiento del veto a las cuentas y busca una homologación como socio plausible que ya le concede el PP, pero a la que Ciudadanos todavía es renuente. En dos capitales de provincia, Jaén y Granada, será decisivo el «sí» derechista para evitar que sigan gobernando las izquierdas (al contrario que en Córdoba, donde basta su pasividad para desalojar a la socialista Ambrosio) y ya ha encontrado la diputada Macarena Olona, que pertenece al círculo más próximo a Santiago Abascal, el señuelo para que los centristas vean respetabilidad donde hoy sólo perciben fascismo ultramontano: va a brindarle al naranjito Luis Salvador la alcaldía granadina, seguramente la más importante que pueda pescar su partido si no media gesta de Begoña Villacís en Madrid. No está mal para quien ganó sólo cuatro de los veintisiete concejales en liza. Sebastián Pérez, el candidato popular, y Onofre Miralles, líder local de Vox, se enzarzaron en un tantarantán que corre el riesgo de terminar en los juzgados, de modo que Olona ha advertido que seguirá gobernando el socialista Paco Cuenca, todo un coleccionista de imputaciones penales, si su partido no participa activamente en las conversaciones para investir a un alcalde alternativo... que en ningún caso será Pérez. La posibilidad de empuñar el bastón de mando es un formidable remedio contra los remilgos y así, con esas tiranteces lógicas aunque quizá impostadas, va consolidando su alianza el tripartito andaluz: habrá Presupuestos en breve.