Barcelona
Roca echa el cierre
Las indemnizaciones serán de 20 días por año trabajado. El alcalde de Alcalá anuncia acciones «contundentes»
Aunque el pasado mes de enero retiró el ERE que había planteado, prorrogando así las negociaciones y dando algo de esperanza a los trabajadores, finalmente la dirección de Roca ha decidido cerrar la fábrica de Alcalá de Guadaíra. Ayer comunicó a la plantilla la decisión final de aplicar el despido colectivo, que afectará a 227 empleados.
De nada han servido las innumerables manifestaciones y actos de protesta –como el encierro que protagonizaron los trabajadores en la Catedral de Sevilla en Navidad–, los apoyos recabados entre las instituciones y partidos políticos y las negociaciones. Las indemnizaciones serán de 20 días por año trabajado, con un tope de 12 mensualidades, tal y como marca la ley. La empresa cuenta con tres meses de plazo para hacer efectiva la extinción de los empleos. Ayer reiteró su oferta de alcanzar un acuerdo que evite la resolución judicial del conflicto y estaría dispuesta a ampliar la indemnización hasta los 40 días y un tope de 24 mensualidades, oferta rechazada por los trabajadores.
Junto a la de Sevilla, la otra fábrica afectada es la de Alcalá de Henares (Madrid), con una plantilla compuesta por 249 trabajadores. La empresa argumenta que ha adoptado «una estrategia de concentración de la producción en los centros españoles con mayores posibilidades de recuperar la rentabilidad a medio plazo». Se mantendrían, por tanto, las factorías ubicadas en las provincias de Barcelona, Madrid, Castellón, Navarra y Burgos, que suman un total de 2.000 empleos.
Los trabajadores acogieron la fatal noticia con resignación, después de mantener una reunión en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos de Andalucía (Sercla) donde se les notificó la medida, que se iniciará a partir del próximo lunes. El comité de empresa consideró los despidos «tremendamente injustos», al igual que sus condiciones. También defendieron que la planta «es totalmente viable y productiva», por lo que lamentaron que Roca «sólo quiere llevarse la producción y deslocalizarla».
Los empleados que llevan unos 60 días de huelga en la planta –12 de ellos además hacen desde el lunes huelga de hambre– anunciaron que seguirán con las movilizaciones y que van a preparar más acciones.
Mientras, la plantilla sigue recibiendo apoyos. El alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones, anunció que pondrá en marcha una serie de medidas y acciones «contundentes» ante lo que considera un acto «ingrato y lleno de despropósito». No obstante, el mandatario alcalareño dijo que «en primer lugar, confío en que la dirección de la empresa dé marcha atrás». «De no ser así», advirtió, «pondremos en marcha medidas para que Roca no se vaya de rositas y pague de algún modo esta falta de responsabilidad».
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