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Rut Nieves: «El éxito es estar en paz conmigo misma»

La autora de «Creen en ti» dejó su trabajo de arquitectura en Friburgo por el coaching, para ayudar a las personas a tratar de alcanzar la felicidad

Rut Nieves: «El éxito es estar en paz conmigo misma»
Rut Nieves: «El éxito es estar en paz conmigo misma»larazon

La autora de «Creen en ti» dejó su trabajo de arquitectura en Friburgo por el coaching, para ayudar a las personas a tratar de alcanzar la felicidad

«Creen en ti» (Planeta) se presenta como el nuevo recetario para transformar la vida de sus lectores. Lo ha escrito Rut Nieves, que un día se cansó de ser arquitecta en Friburgo y lo dejó todo.

–Así que usted también tuvo miedo en algún momento.

–Claro, he tenido miedo muchas veces y forma parte del ser humano. Lo único es que cuando lo tengas y te paralice, hay que tomar decisiones a pesar del miedo que nos de algo y comprender que es ilusorio. Hablo del miedo emocional, no del físico. Antes de dar el cambio en mi vida, fueron muchos años de no hacer las cosas, del miedo a lo desconocido, pero estaba tan cansada de que mi vida no cambiara que se hizo más grande el deseo al miedo. Si las ganas son muy fuertes, el miedo disminuye.

–«Haz lo que temes y el miedo desaparecerá», Krishnamurti. Eso es mano de santo...

–Fantástica frase, me recuerda a la de Osho: «La vida empieza donde termina el miedo». Es como una cortina de humo, como la niebla en el bosque que te provoca miedo a chocarte con algo. Te asusta porque no ves, pero la niebla llega un momento en el que se acaba.

–En su libro hay mucho de filosofía oriental, de pensar en el presente.

–La verdad es que sí, pero a nosotros se nos ha inculcado otra forma de pensar. Hay una necesidad básica y es que el ser humano tiene que aprender a conocer. Hasta que eso no sucede se sufre mucho. En Occidente, donde se le ha dado mucha importancia a lo material, y con esto no quiero decir que lo material sea malo, nos han enfocado en un estilo de vida que no satisface las necesidades internas. Una vez que la gente tiene lo que necesita, a nivel material, y ve que no es feliz se da cuenta de que necesita algo más. Estos libros, que me gusta llamarlos más de autoconocimiento que autoayuda, nos enseñan a satisfacer nuestras necesidades.

–Venga otra frase, está de un coach del siglo XII, San Francisco de Asís: «Yo necesito pocas cosas y las pocas que necesito, las necesito poco».

–Porque realmente lo que más necesitamos es nuestro cariño, nuestro respeto, nuestra gratitud, nuestra aceptación. Una vez que practicas con eso cada día en el mundo externo todo fluye, porque tu propio estado interior te lleva a que todo sea más fácil.

–¿Qué es el éxito?

–Pues para mí el éxito es estar en paz conmigo misma. Amarme, respetarme, apoyarme y aceptarme tal y como soy en cada momento de mi vida.

–¿Por qué lo dejó todo en Friburgo?

–Porque estaba en un trabajo que no me llenaba y desde hacía muchos años me preguntaba qué era realmente lo que quería hacer con mi vida. Estaba cansada de pasar de un estudio de arquitectura a otro: me paro y pienso qué es lo que realmente me motiva en mi vida. Me di cuenta de que era escribir sobre las emociones y decidí cambiar de vida tras conocer el mundo del coaching.

–¿Han sustituido ustedes a los directores espirituales?

–No, no tienen nada que ver...

–No quiero decir que haya que confesarse todas las semanas.

–Ya, en realidad el coach es una persona que acompaña. No creo en la competencia, pienso que cuando alguien tiene una vocación es porque puede ofrecer unos servicios a los demás. No creo que nadie vaya a quitarle el trabajo a nadie, le pedimos que nos ayude a quien mejor conecte con nosotros. En el fondo es muy parecido, el coach es alguien que te pregunta y te acompaña, que te hace preguntas para encontrar lo que realmente te sucede.

–¿Ha encontrado ya la verdad?

–Bueno, pienso que eso está dentro de cada uno de nosotros, pero estoy conociéndola, estoy en ello.

–Pues yo siempre he pensado que lo que mueve el mundo no es el amor, es el autoengaño.

–Estamos muy engañados y nos engañamos mucho a nosotros mismos. La mente está programada para no asumir nuestra responsabilidad y delegarla en los demás. Es normal que funcione el autoengaño.

–Usted tiene 300.000 seguidores en las redes sociales, es como si todos los habitantes de una ciudad media española tuvieran sus ojos puestos en usted. ¿Le parece normal?

–Pues yo lo veo como una gratitud, porque precisamente mi sueño inicial era difundir esa información que a mí me ha cambiado la vida y expresar que desde los primeros años de vida hay que contarles a los más pequeños que tienen que ser dueños de sus emociones para que tengan una vida plena. Tener tantos seguidores es una alegría, me llega mucho amor porque se me ha dado la oportunidad de tener tantos corazones cerca.

–Facebook ya tiene más «habitantes» que China... ¿no le parece aterrador?

–(Silencio) Es que me he acostumbrado a ver el lado positivo de las cosas. Es canal perfecto para difundir mensajes positivos y para que la gente tome conciencia.

–¡Pero si estamos peor que nunca!

–Eso es un punto de vista, porque hay muchos que hacen ruido pero frente a esos también hay otros que están tomando conciencia del perdón y de la gratitud. Creo que el cambio se va a producir desde las masas, las personas que más daño hacen en el mundo o no han recibido el amor de sus padres o no se han sentido amados.

–Así que está a favor de la revolución.

–No, para nada.

–Como ha dicho lo de arriba las masas.

–(Risas) Creo en la revolución del amor, la pacífica. De hecho en el libro hablo del experimento Maharishi, que se llevó a cabo en Estados Unidos y en Oriente Medio, que indica que para que haya paz es necesario que la raíz cuadrada de la población esté en paz. Eso se hizo y bajaron los conflictos, los robos y las agresiones. Cuantas más personas haya en estado de paz, más se expandirá la paz.

–Al hablar del Maharishi me he acordado de The Beatles, que cuando actuaron en el Show de Ed Sullivan dejaron a cero los delitos en Estados Unidos. Hasta los ladrones pararon para verlos. ¿Al final la solución es «All you need is love»?

–Pues sí, ésa debe ser.