España
Sólo una de cada diez personas que abandona el paro con Díaz es mujer
En 23 meses, las menores de 25 años que buscan trabajo se han reducido en apenas 315
Susana Díaz se convirtió el 5 de septiembre de 2013 en la primera mujer presidenta de la Junta de Andalucía y la quinta persona en asumir la máxima responsabilidad institucional en la comunidad autónoma, tras la renuncia de José Antonio Griñán, acorralado por el caso de los ERE. Desde un primer instante, la nueva presidenta fijó dos objetivos principales en su gestión: la lucha contra la corrupción y la creación de empleo para preservar el estado de bienestar. Y, en este segundo reto, se declaró «con orgullo» heredera de la lucha del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero por la igualdad entre el hombre y la mujer.
En aquel momento el Ministerio de Empleo y Seguridad Social acababa de ofrecer los datos correspondientes al mes de agosto. La cifra de desempleados ascendía a 1.046.483 personas. Antes de dar a luz y coger la baja por maternidad, Díaz anunció que el pasado mes de julio se había conseguido bajar del millón de personas sin trabajo, una «barrera psicológica» que se había resistido desde diciembre de 2014, cuando la socialista presagió en un primer momento que ocurriría, teniendo que retrasar la fecha a abril de 2015, también sin éxito. Lo que hoy por fin puede parecer un dato halagüeño no lo es tanto y pone en entredicho las políticas aplicadas por el Gobierno andaluz en contraposición con las medidas adoptadas por el PP en el grueso del territorio nacional.
Las cuentas son simples. Si en agosto de 2013 había 1.046.483 parados y a julio de 2015 la cifra se sitúa en 982.425 desempleados registrados, la reducción del paro ha sido en 64.058 personas (un 6,1%). En este mismo periodo que se corresponde con la presidencia de Díaz, en el resto del país la cifra ha menguado en 588.449 empleos. Descontando el millón largo de andaluces en desempleo en agosto de 2013 a la cifra global, en el resto de España había 3.652.300 personas buscando una oportunidad laboral. Hoy, esta cifra ha descendido a 3.063.851, una bajada del 16% en el mismo periodo. Hay por tanto una diferencia de diez puntos, lo que aplicado a la comunidad andaluza serían cerca de 100.000 parados menos. Utópico, sí, pero he aquí el dato estadístico.
Díaz ha enarbolado el papel de la mujer trabajadora andaluza. Defiende la igualdad como «el camino» a seguir, pero por ahora su ideario no se ha reflejado en hechos. Díaz considera que con la crisis se han dado muchos pasos atrás, provocando el crecimiento de la «brecha de la desigualdad». De ello responsabiliza a Rajoy y su reforma laboral. La presidenta se ha mostrado a favor de aplicar la denominada «discriminación positiva» en sectores como la sanidad, primando, por ejemplo, la elección de la mujer frente al hombre en caso de que se produzca un empate en cualquier concurso-oposición del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para equilibrar la presencia de ambos sexos en las especialidades. Pero la realidad laboral se traduce en datos desoladores.
En los 23 meses que lleva en el cargo, el número de mujeres que han salido de las listas del paro se sitúa en sólo 7.118. En agosto de 2013 había 536.198 mujeres demandando un empleo y en la actualidad son 529.080. Es decir, que sólo el 11,1% de la cifra del paro reducido corresponde con el colectivo femenino. Se puede concluir que sólo una de cada diez personas que ha abandonado las listas de desempleo con Susana Díaz de presidenta ha sido una mujer.
Sus argumentos se desinflan cuando en el resto del país la mujer abandona el INEM a un ritmo tres veces superior: se han creado 190.639 empleos femeninos frente a los 390.692 masculinos (cifras del conjunto del país sin incluir Andalucía), lo que supone un 32% del total frente al 11,1% andaluz.
Se podría entender que Andalucía ha vivido en una sociedad especialmente machista de forma tradicional y en la que el acceso de la mujer a la formación ha sido una tarea prácticamente quimérica. El futuro, sin embargo, no invita al optimismo. Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal son desoladores: en agosto de 2013 había 54.973 mujeres menores de 25 años demandando un puesto de trabajo y en la actualidad la cifra es de 54.658. Sólo en 315 féminas se ha rebajado la cifra, evidenciando la máxima dificultad que tienen las andaluzas más jóvenes (el colectivo masculino ha bajado en 785, el 71% del total). Se hace necesario, por tanto, abandonar los discursos y pasar a los hechos para cambiar el rumbo actual y posibilitar una inclusión real de la mujer en el mundo laboral en igualdad de condiciones. Aún hoy la mujer andaluza ocupa un lugar residual y la crisis ha sumergido aún más sus empleos en la economía. «¿Quién contrata a una mujer de la limpieza?», se pregunta un empresario local.
Por provincias
Almería es la provincia que menos ha reducido el paro global durante lo que va de mandato de Susana Díaz. De 82.373 parados ha pasado a 79.324 (3,70%). En el otro lado se encuentra Málaga, cuyas listas se han visto reducidas en 18.145 personas, pasando de 193.641 desempleados a 175.496 (9,37%). Le sigue Cádiz con una reducción de 13.326 personas (7,07%). En Sevilla se sitúa por debajo de la media del 6,1%, con 12.979 parados menos para mantenerse en 239.345 personas «alistadas». Todo ello con una tasa de población activa del 59,14%, ligeramente inferior a la nacional, del 59,79%.
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